Capítulo 7

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Queridos lectores esta historia no está basada en ninguna otra como las que estoy acostumbrada a escribir. He tenido un sueño que no me he podido sacar de la cabeza y ahora he decidido plasmarlo en la siguiente narración.

TMNT no es mío, así como tampoco ninguno de sus personajes

La historia vino de mi perturbada y retorcida mente.

En ocasiones meteré elementos de la versión 2003 y 2007 aunque saben que me gusta más trabajar con la 2012.

Disfruten la lectura :)

Recorrieron lo más rápido que les permitía la situación a través de los túneles, al ser el más fuerte, Raphael se encargó de transportar a Leonora en su espalda

-¡Por aquí!

-¡Ese no es el camino! -les gritó LH

-¡Es un atajo!

El peliverde estaba notoriamente sorprendido por la seguridad con la que corrían hacia la guarida, como si ya hubiesen estado ahí varias veces, pero eso era imposible, por mucho que fueran los protegidos de Leonora, ella no confiaba tanto en las personas y menos si llevaba poco tiempo de haberlas conocido; entonces...

¿Cómo?

-¡Aquí es!

Pero en lugar de una estación de metro solo había una pared.

-¡Donnie! –Raphael estaba comenzando a desesperarse pues sentía claramente como la sangre de la chica traspasaba su uniforme

-¡No lo sé! ¡Debería estar aquí!

Antes de que se armara un alboroto, Leatherhead quitó un ladrillo de la pared dejando ver un identificador de voz.

-Kame

Para el asombro y alegría de los chicos, el muro comenzó a moverse a uno de los lados permitiéndoles apreciar el que debía ser el dojo, curiosamente, no tenía ningún objeto personal, era monótono y algo incómodo.

-Rápido, debemos llevarla al laboratorio

Los jóvenes ninja acataron la orden sin objeciones, Donatello abrió los ojos cuando se dio cuenta de que este era diferente al original, era un poco más moderno y ocupaba más espacio.

Depositaron el cuerpo herido en una de las camillas, LH le quito la parte superior del uniforme ninja negro con delicadeza, no pudieron evitar una exclamación al ver que toda la parte superior estaba cubierta de vendas que ocultaban sus rasgos femeninos; sin embargo, en ellas, resaltaban los tres cortes en su vientre y en los que al parecer se habían pegado los hilos de dicho material.

Esto iba a ser muy doloroso.

-Esperen en la sala – les ordenó el peliverde comenzando a esterilizar sus manos y una tijera para deshacer las envolturas.

-¡Pero...! – intento protestar el más pequeño, ahora lo entendía todo y por ello no quería separarse de Leonora.

-Están muy nerviosos y así no podrán ayudarla en nada –los vio aún dispuestos a refutar por lo que con una sonrisa entre divertida y pícara continuo- además dudo que alguna vez hayan tratado heridas en el cuerpo de una mujer tan... tranquilamente

El trio salió con las rostros sonrojados a más no poder, pero ese sentimiento se fue al ver un cuadro con una foto igual a la que se le había caigo a Lee cuando la conocieron.

-¡¿Pero qué caparazones está pasando?! – grito Raph en plena ira y confusión

-Destructor dijo que Leonardo ya no existía – lamentaba el genio recordando la escena- hemos fallado

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