~ Quince ~

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Parecían relevos.

Cuándo Monique se fue llegó Ashton con agua embotellada y me la tendió sonriendo, negué con la cabeza.

-Gracias.

-¿Qué pasa? Fui especialmente a traerla para ti-, arrugó la frente y lo miré con seriedad.

-No quiero tener problemas a causa tuya.

Me miró burlesco, seguro no tenía ni idea de lo que estaba diciendo.

-¿Vas a tener problemas porque te traje una botella de agua?

-No exactamente.

-¿Entonces?

Abrí la boca para responderle pero entonces la música dejó de sonar, todos pararon sus movimientos rítmicos y meneos de caderas para girarse hacía el DJ y abuchearlo.

Ashton arrugó la frente confundido.

Entonces Monique subió al escenario y el chico moreno que hacía de DJ le tendió un micrófono. Ella lo tomó con una sonrisa, pero no con una sonrisa amable.

Eso no podía ser bueno.

-¿Lili Summers?- preguntó con un tono de voz agudo y falso-, ¿alguien la ha visto?

Todos se giraron hacía mí, mirándome con interrogación, entonces sentí que la sangre se me fue a los pies y me sentí más pequeña que el propio pulgarcito.

-Oh, ahí estás-, me señaló con su dedo y siguió hablando-, justo al lado de mi novio, rayos, ¿por qué no me sorprende?

Me sonrojé, o al menos sentía mis mejillas ardiendo en fuego, me giré hacía Ashton, seguramente él le pondría un alto a todo el drama de Monique, diría algo al respecto, abogaría por mí.

Pero cuándo me giré él ya no estaba, vi más allá y lo vi caminando apresuradamente hacía a algún lado cubriendo su cara; y entonces me sentí más estúpida que nunca, cómo si eso pudiese ser posible.

-Bueno, creo que ya no-, se rió Monique y la mayoría de los presentes rieron también. Estaba inmóvil;- ¿qué pasa Lili? ¿te sientes insegura de ti misma? Es una pena, y, ¿sabes por qué? Porque la insegura eres tú, no yo, mírate como tiemblas y cómo no puedes siquiera alzar la mirada, cómo te sientes tan pequeña cuándo yo soy demasiado grande.

No, no podía seguir escuchando ni una palabra más, estaba al borde del llanto, sí, si me sentía insegura y creo que ella fue muy cruel al hacerme eso, pero al fin y al cabo a quién juzgaron fue a mí, no a ella, a la rica, a la popular, a la bonita, a la que le gusta humillar a los demás frente a más de 500 personas.

Corrí, salí de ahí a empujones chocando con desconocidos y con no tan desconocidos, llorando, sintiéndome la cosa más pequeña e insignificante del mundo, sintiendo como el cielo se caía a pedazos sobre mí.

La brisa del mar me pegó bruscamente en la cara pero no me importó y seguí corriendo, los pies se me hundían en la arena y terminé por arrojar mis zapatos y seguir corriendo, quería huir, y no sabía si quería huir de ellos o de mi misma, sólo quería correr y desaparecer.

Lo único que me iluminaba eran las estrellas y la luna en el cielo, me había alejado tanto del lugar de la fiesta que ya ni siquiera sabía en dónde me encontraba.

Me tiré en la arena y gemí, y di un grito de desesperación, seguí llorando mientras las olas tranquilas y lentas se acercaban a mí con un susurro.

-¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Qué le he hecho?- comencé a preguntarme entre sollozos viendo hacía el agua.

Las olas con suavidad se fueron acercando hasta tocar mis dedos y fue entonces, fue entonces cuándo escuché esa canción.

Esa canción otra vez.



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⏰ Última actualización: Mar 28, 2019 ⏰

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