~ Cinco ~

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Llegadas las 5 de la tarde Luke llegó a mi casa y aguardó en la puerta de entrada con una emocionada sonrisa. Ambos nos fuimos hacia la playa dónde sería la ansiada competencia de surf; turistas y pobladores asistían tanto como participantes y espectadores.

El sol aún estaba un tanto fuerte y caliente lo que provocaba un calor pesado, pero era soportable.

-¡Ahí están!- gritó Michael corriendo hacia nosotros. Calum permaneció sentado en su silla playera.- Pensé que era una broma cuándo me dijiste que Lili vendría- sonrió dirigiéndose a Luke, luego posó su mirada en mí y sonreí timídamente.

Los tres nos dirigimos en dónde estaba Calum, el moreno nos sonrió e hizo el ademán de "amor y paz"  para luego darle un profundo sorbo a su botella de Coca-Cola. Nos sentamos en las sillitas playeras que los chicos habían traído bajo la enorme sombrilla que nos cubría del sol. Luke me tendió una lata de Coca-Cola y la tomé para darle un pequeño sorbo, realmente el calor provocaba sed.

A un lado de nosotros estaban las plásticas amigas de Monique, riendo entre ellas y echándome unas cuántas miradas, probablemente sus risas significaban que se estaban burlando de mí, pero como lo he hecho todo el tiempo, las ignoré. Unos pocos minutos antes que comenzaran los surfistas a adentrarse en las olas sobre sus tablas de surf, llegaron Ashton y Monique, ella lo arrastraba de la mano y ambos se incorporaron en el grupito de huecas. Ashton les lanzó una mirada a los chicos como disculpándose y ellos se limitaron a encogerse de hombros.

-Esa Monique es una perra- oí murmurar a Calum con enfado, sonreí, puesto que no podía estar más de acuerdo.

-¡Lili Lili Lili Lili!- miré como Clarisse corría hacia mí con los brazos abiertos, al llegar hasta mi me abrazó efusivamente.-¿Qué haces aquí?

Se separó de mí y me miró sin poder creer que yo estaba viendo una competencia de surf.

-Pues ya lo ves- me limité a encogerme de hombros. Ella tomó asiento con nosotros.

Las competencias empezaron, tras sonar el silbato todos los participantes se montaron sobre sus tablas y nadaron en busca de una buena ola.

-Que lindas esas chicas- suspiró Michael viendo hacia atrás de nosotros, no le estaba prestando ni la más mínima atención a la competencia. Todos nos giramos hacía dónde él miraba.

Las mismas chicas que había visto pasar por la cafetería de mamá y las mismas chicas que me observaban en la frutería de Maxon estaban sentadas bajo una enorme sombrilla sobre la arena, mientras hablaban alegremente entre ellas y sonreían. Tenían un brillo que acaparaban la atención de todos.

Son hermosas.

Pensé para mis adentros mientras quedaba embobada con cada uno de los movimientos que realizaban. Eran tan perfectas, mucho mejor que el grupito de Monique. Me encantaría ser como ellas.

Pero entonces me percaté de algo, y es que el grupito de esas chicas eran cuatro y sólo estaban tres. Arrugué la frente repasándolas una a una. Estaban la rubia, la morena y la castaña. Según yo faltaba la que parecía ser la mayor de todas; pero no le tomé importancia puesto que quizá no pudo ir, o no quizo, había muchas opciones y además ese no era asunto mío.

La castaña se percató de nuestras miradas y sonrió agitando su mano en señal de saludo, me sonrojé.

-¿Lo vieron?- susurró Calum emocionado;- ¡Me ha saludado!

-No- carraspeó Luke- ha saludado a Lili.

Bajé el rostro apenada y comencé a jugar con mi cabello.

-Le has caído bien- me dijo Michael sonriente.

Pero sinceramente yo seguía sin poder creerlo, 17 años desencajando en todo, 17 años con una sola amiga, 17 años siendo una invisible, y ahora, de la nada, una desconocida me dedicaba un tierno saludo, una gran desconocida.

-Bueno Lili, no es para tanto- resopló Clarisse con voz celosa.

Nos volvimos a concentrar en la competencia, Calum observaba con unos binoculares y a cada rato lo oíamos exclamar: -¡oh! Y ¡Ah! -Cuándo una ola peligrosa se aproximaba.

Al final un chico del pueblo, quién realizó más piruetas y obtuvó el mayor número de puntos por parte del jurado fue quién sacó el primer lugar. Todos aplaudimos y se escuchaban unas cuantas porras y gritos desde otros lados de la playa.

-Bien, pues creo que es hora de irnos- sonrió Luke poniéndose en pié, pero pasó lo más desagradable del mundo.

Frente a nosotros apareció Monique, aferrada al brazo de Ashton, como si él fuese un bambú y ella un koala.

-¿Se van tan pronto?- preguntó ella con su voz irritante.

-No tenemos más que hacer aquí- le espetó Clarisse.

-¿No quieren acaso probar lo que se siente surfear? Todos aquí lo hacen.

Y sí, todos lo hacían, todos excepto yo.

Nadie dijo nada, supuse que todos la estaban ignorando, que a nadie le interesaba lo que esa proponía, que todos nos marchariamos a nuestras casas tal como lo habíamos planeado segundos antes de que apareciera, pero desafortunadamente, no fue así.

-Sería bueno- argulló Michael asintiendo.

Todos estuvieron de acuerdo, les parecía una idea estupenda, pero claro, a mi no. Y por obvias razones porque yo ni siquiera sabía nadar en chapoteadero.

-Yo si me voy- musité girándome a lado opuesto a ellos.

-Vamos Lili, quedáte, al menos a ver- me animó Clarisse y yo negué.

-¿Te da miedo? - Se burló Monique con arrogancia.

¿Había olvidado mencionar lo fuerte que era mi ego?

-Por supuesto que no- le sonreí forzadamente.

-Estupendo, porque tu serás la primera- aplaudió y la miré abriendo enormemente los ojos.

-N....no, no lo...no lo creo- titubeé rascándome el dorso de la mano, ella sonrió con malicia.

-¿Por qué? ¿No sabes nadar?

No.

-Sí. Sí sé.

Sentí las gotas de sudor deslizarse por mi frente y la presión juntarse en mi garganta, quería salir corriendo, pero no iba a permitir que esta tipa se burlara de mí.

Volteé a ver a Clarisse, quién me miraba preocupada, ella sabía la verdad, hice una mueca y ella me tomó de la mano.

-No tienes que hacerlo- recuerdo que me dijo con voz suave.

Así como recuerdo que aparté mi mano de la suya, y que con la poca valentía que no sabía como había nacido en mi, me quité mis sandalias y comencé a caminar hacia el mar. La mirada venenosa de Monique y los ojos preocupados de los demás posados en mi aún viven en mi memoria, como si hubiese sido esta misma tarde; pero no me importó nada, porque tomé una tabla de surf, y al sentir la espuma de las olas del mar que llegaban arrastrándose hasta la orilla como si fuesen unas serpientes y me arrastraran hacia el fondo incitándome a dos cosas.

1. Soltar la tabla y correr hasta mi casa.

Y 2. Montarme en la tabla e impulsarme hasta el fondo.

Tal vez si no hubiese querido callarle la boca a Monique e impresionar a Ashton hubiese elegido la primera opción.

Pero como las circunstancias no eran esas me fui por la segunda; y antes de poder decir: pez muerto,  el mar me tragó y todo a mi alrededor se tornó azul.

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¡Hola bellxs lectores! ¿Les está gustando la historia? Espero de todo corazón que sí. Nos leemos en otro capítulo.

Adiós ❤

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