Para ti, pedir perdón es un arte, te disculpas por cada fallo de tu parte, pero ¿Perdonarte después de todo el daño que causaste? Se un poco más valiente y empieza a examinarte, que entre lamentos no veo ni un solo cambio notable. Ya estoy cansada de aceptarte cada jugada, ya ni siquiera se abre mi quijada, no me sorprende nada de lo que hagas. Ya, deja de dar alaridos sin sentido cada vez que te ves al descubierto, tus engaños ya no son un secreto, marchate ya, ahora que no lo lamento, porque, aunque tantas fallas has hecho, yo aún te sigo queriendo y siento un dolor en el pecho cuando te veo echado en mi lecho. No sé cuanto pueda soportar este sentimiento, tal vez sea rencor, odio o despecho, pero sé que tal como llegó, se lo lleva el viento. Sal rápido, si sales lento te traeré de regreso y jamás saldré de este infierno, se piadoso por una vez y marchate sin voltearme a ver.
-𝕊𝕤.
ESTÁS LEYENDO
Escritos de una noche fría. ©
PoesiaAlgunos sentimientos transformados en escritos, a veces sosos, a veces interesantes, algo significativos o sin gracia, pero aquí están, listos para ser leídos, te invito a pasarte un rato, si no te agrada, no pasa nada, pero por ahora, bienvenido se...