Anda.

54 15 0
                                    

Corre, amada mía, aunque de mí te alejarías, tu presencia se marcaría en mi corazón, como en mi piel tus caricias. Brinca, y llega alto, aunque con mis zapatos no te alcanzo, pero admirarte de tan abajo, me seguirá encantando. Nada, como una Poecilia Reticulata, tranquila y despacio, para poder seguirte el paso y seguir admirandote tanto. Si te marchas, no lo pienses demasiado, estaré bien sin tus encantos, porque aunque no estés a mi lado, te seguiré amando.

-𝕊𝕤.

Escritos de una noche fría. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora