Vuela, oh, linda mariposa, que formas parte de todas las cosas, de las bellas amapolas y las pequeñas rosas, del cantar de las aves y las hojas que caen. Vive, oh, querida, que con cada aleteo mi corazón palpita, que con cada posar el rastro tras de ti brilla. Oh, preciada mía, dejas tantas maravillas a cualquiera que te mira. Tan pequeña y tan frágil, tan valiente y tan ágil, tierna y dulce, dejas luces por donde cruces. Déjate querer, temerosa mariposa, porque hasta de la suave brisa escapas, aquí me quedaré, querida mía, aunque mi compañía sea escasa.
-𝕊𝕤.
ESTÁS LEYENDO
Escritos de una noche fría. ©
PoesiaAlgunos sentimientos transformados en escritos, a veces sosos, a veces interesantes, algo significativos o sin gracia, pero aquí están, listos para ser leídos, te invito a pasarte un rato, si no te agrada, no pasa nada, pero por ahora, bienvenido se...