Escritos de una noche fría. ©

El indicado.

Embriagada me dejaba cada vez que me lo topaba, con su simple mirada me dejaba más que mareada, me alteraba de más. Le afecta a mi corazón, me hace bañarme en nervios y sudor, mis manos empapadas, mi cara colorada, mis piernas como gelatina y vaya que como le atina a los momentos en los que más se me nota el estima que tengo hacia él. Ya no tengo idea de que hacer, se me acerca y mis latidos van al cien, mi respiración se descontrola y ya no recuerdo cómo manejar mis pies, joder ¿Pero qué me hiciste?  No logro entender ¿Cómo me lograste atraer? No es como si fuera tan fácil el papel, soy difícil de leer y tratar, pero desde que llegaste se fue a la basura toda mi moral. Por favor, ya para de hablar ¿Acaso no ves que me voy a desmayar si te acercas tan sólo un poco más? Esto es lo que me causas y vaya que me encanta, pero, tengo miedo, de ver como esto acaba. Oh, querido ego, no formes parte de este enredo, que yo con él quiero ir en serio, sin ataduras ni juegos, ya no necesito más de eso, es el indicado, lo presiento.

-𝕊𝕤.