Girls / Boys talks

7.2K 251 99
                                    


I

La idea era acompañarte

Hinata suspiró mientras guardaba el librito con las direcciones y teléfonos. Apenas podía esconder la tristeza que sentía. Se sentía feliz porque su vida como adulta sucediera junto a Naruto, no era algo que cambiaría por nada del mundo, pero a veces echaba de menos ciertas cosas de su soltería. Como, en este caso, poder pasar tiempo con sus amigas. Especialmente, cuando podía permitírselo.

—¿Ocurre algo?

Su marido asomó la cabeza por entre las puertas del salón que había encajado para evitar el ruido de fondo.

—¿Hinata?

—Sí —confesó. Necesitaba contárselo a alguien—. Llamé a las chicas para hacer una quedada juntas y charlar, pero ninguna puede. Sakura tiene guardia. Tenten ni coge el teléfono, Ino tiene a Sai enfermo por fiebre y Temari se ha ido a un viaje especial por su primer aniversario con Shikamaru.

Era un desastre.

Naruto se cruzó de brazos, pensativo.

—Noche de chicas —dijo para sí mismo.

—Sí —confirmó ella suspirando—. Me apetecía muchísimo.

—¿No puedes hacerla a menos que haya como dos chicas?

—Así es. Es como cuando tú vas con los chicos a tomar unas cervezas.

Esperaba que no. La idea de que Hinata se subiera en la barra del bar, completamente borracha, mientras gritaba y sacudía sus ropas, le daba cierto pavor, porque eso es lo que muchos terminaban haciendo aquellas veces.

Se rascó la nuca y movió sus manos hasta crear un clon. Hinata enarcó una ceja, curiosa.

—Transfórmate —ordenó.

El clon lo hizo y Hinata apenas podía mantener la boca cerrada.

—He creado uno de forma que cuando termine, no recuerde nada*. No será como si fuera Sakura-chan y las demás, pero podrás hacer con ella lo que quieras. Naruko, te dejo al cuidado de mi esposa.

—¡Claro! —El clon femenino de Naruto sonrió.

Hinata miró a uno y otro. La versión masculina de su esposo y la femenina.

—Pero... —dudó.

Naruto descartó lo que fuera a decir con una mano.

—Ya te dije que no recordaré nada. Podéis ocupar el dormitorio. Yo dormiré en el despacho.

—No es eso —negó acercándose a él y tomándolo de la mano—. ¿Qué hay de ti? Generalmente, cuando hacemos esto, tú te vas con los chicos.

—Sí, pero me da mucha pereza ir ahora mismo con Kiba y Shino —confesó—. Y si los traigo...

Miró de reojo a su versión femenina, quien guiñó los ojos mientras se apretaba los senos, curioso por eso.

—Ya —asintió Hinata agrandando los ojos inquisitivamente. Naruko dejó de hacerlo, para echar las manos hacia atrás y silbar—. ¿Y si traes algo de picoteo de la cocina, Naruko, y vas subiendo? Yo subiré las bebidas.

—¡Claro! —exclamó ella corriendo por la casa.

Naruto la siguió con la mirada con el ceño fruncido.

—Algún día tendré que dejar de transformarme en bikini...

Hinata le dio la razón, desviando de nuevo su atención a sus ojos azules.

Secrets intimsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora