Secrets intims

Mrs. Uzumaki

Desde que se casaran, ese apellido era el que más escuchaba el resto de desconocidos y creaba en Hinata mil sentimientos que a veces escapaban en sonrojos y grititos internos.

Y no era por las ideas que los demás se hacían, pues todos sabían que había cumplido uno de sus sueños de niñez en casarse con el atolondrado rubio.

No. Eso tenía más que ver por sus vivencias secretas y ocultas bajo el yugo del matrimonio.

La culpa por entero la tenía su esposo y su manía de hacerla enloquecer de placer y emoción.

Todo comenzaba con juegos divertidos de abrazos y risas. Y terminaba con ellos desnudos, unidos por sus zonas íntimas y sus manos. Naruto se movía dentro de ella como si no hubiera mañana y mientras ella se retorcía de placer, cuando estaba cerca de culminar, siempre le hacía la misma jugarreta. Deteniéndose lo suficiente como para nombrarla de ese modo antes de terminar de llevarla al placer completo.

A Hinata se le había grabado por completo eso en la mente y pensar en esas escenas cada vez que alguien la llamaba así, era como una tortura.

Había leído en un libro tiempo atrás que muchas personas les gustaban tanto el sexo que eran fáciles de "domar". Quizás Naruto era eso lo que había conseguido con ella.

Ahora, solo quedaba  descubrir el modo de devolvérsela.