Sus padres los unieron sin siquiera conocerse.
Ambos tan diferentes, tan... opuestos.
Si, ella es guapa, muy guapa.
Si, él es atractivo, bastante bien parecido.
Pero eso no lo era todo como para casarse.
Esta es la embarazosa situación de Jack y Els...
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-Elsa-
—Tiene muchas ventanas, así que no es obscura definitivamente. Me agrada.
Reanude mi camino, pasando por el pequeñito jardín delantero, siguiendo aquel camino de piedra. El silencio nos envolvía, lo único que se escuchaba a nuestro alrededor era el sonido de las llantas de nuestras maletas y nuestros zapatos al pisar la piedra. Este vecindario es muy tranquilo. Subí al porche y escuché a Jack tras de mi —Yo esperaba algo más pequeño. Siento que aquí nos vamos a perder.
—Ya deberías estar acostumbrado a este tipo de construcciones. No solemos vivir en casas muy sencillas, a nuestros padres les gusta lo ostentoso —Recuerdo que mi padre en el mensaje me dijo que dos llaves estaban bajo el tapete. Así que me incline para rebuscarlas en el tapete frente a la puerta principal. El tapete es amarillo con bordados negros de flores. Es lindo.
—Creo que ni siquiera nos preguntaron qué clase de casa queríamos o tan siquiera referencias. ¿A ti te preguntaron?
—No —Reí —. Ni siquiera nos pidieron opinión sobre este matrimonio y quieres que nos pregunten qué casa queremos —Resoplé burlonamente sin despegar los labios.
—Tan siquiera hubieran tenido un poco de consideración —Le entregué una copia de la llave y abrí con la mía. Y... Wooow, efectivamente, la casa es enorme. Pero muy linda. Tiene una decoración bastante moderna. El suelo es de madera de abedul y las paredes y todo en su mayoría es blanco y plateado, aunque también hay unos que otros colores pero esos dominan. La sala y el comedor están conectados, pero son enormes; nos pueden caber miles de estantes y muebles. La cocina no se ve, pero está cerca del comedor y tal vez será igual de espaciosa. Y hay un ventanal tras el comedor que expone el patio trasero. Había unas escaleras cerca del comedor, el cual supongo nos lleva a las habitaciones.
—Cielos, siento que tendré que tomar un taxi para ir de la cocina a mi cama.
—Bueno, al menos haremos ejercicio —Reí.
—Aquí estaré muy fitness entonces —Bromeo e inició a caminar —, ya me iré a la cama.
—Vamos, iré a cambiarme la ropa y a averiguar donde dormiré.
Ambos subimos por las escaleras, cargando con nosotros las molestas maletas. Aunque creo que la de él era más liviana que la mía, yo traía un mundo en mi maleta —Como, sea Mujer precavida vale por dos —Dije, cuando lo vi mirándome divertidamente con mi enorme maleta.
Las escaleras tenían un enorme descanso justamente a la esquina, la cual también te cambiaba el rumbo de las escaleras, tenías que seguir subiendo hacia la izquierda. El primer piso no era tan enorme como abajo en realidad. Tenía barandales pues podías asomar la cabeza hacía el piso de abajo. Había cinco habitaciones, la primera que abrimos estaba vacía. La segunda era el baño, la tercera simplemente tenía un sencillo escritorio y un estante vacío; así que llegamos a la conclusión de que sería nuestra oficina.
