HOT SPOT [KAKIRU] 🔞

NUEVE

El día por fin había llegado. Iruka esperaba abajo en el portal con la maleta lista, había querido llevar solo lo justo porque no tenía muy claro dónde iban exactamente. Sí; Kakashi le había dicho con pelos y señales dónde se encontraba el hotel al que iban pero aun así él no podía imaginar demasiado.

Por primera vez él había bajado al portal antes de que Kakashi llegase y es que esperar arriba con su amigo Kai haciéndole preguntas le estaba volviendo loco del todo. Ya estaba él bastante nervioso como para que el cotilla de su compañero aun le metiera más presión.

Otra preocupación añadida era que tras una hora de coche iban a coger un avión y él jamás había montado en uno -había montado muchas cosas;pero jamás un avión-, ¿no podían ir hasta la costa en coche? se preguntaba todo el tiempo. Y además de eso estuvo mucho rato decidiendo sobre si llevar su "material de trabajo" por si las noches se calentaban con Kakashi, pero ¿y si por algún motivo le registraban la maleta en el aeropuerto y empezaban a sacar esposas y dildos de su maleta? Imposible, se moriría antes de que tal cosa ocurriera. Se justificó pensando en que si algo llegaba a pasar entre Kakashi y él sabía que no iba a necesitar todo eso con un hombre como él.

Diez minutos antes de la hora acordada Kakashi apareció en su coche pero este no era el de siempre. Este era gris y ya no podía decir mucho más, pues Iruka no sabía demasiado sobre marcas de coches.

Kakashi aparcó, puso los intermitentes y bajó para ayudarle a meter el equipaje en el maletero.

—Buenos días —iba con una camisa clara y unas gafas sol colgadas del cuello de la camisa que sorprendentemente no llevaba con todos los botones hasta el cuello sino que tenía uno o dos despasados. Parecía más joven y alegre que nunca.

—Dirá buenas noches ¿no? —bromeó, pues era tan temprano que el sol aún no había salido. Kakashi sonrió y le dio un corto beso.

El camino al aeropuerto estaba lleno de peajes y era tan largo que tuvieron que parar en una gasolinera a descansar un poco y a repostar.

—Vamos justos de tiempo, y tengo que ir al baño ¿te importa entrar y pagar la gasolina? —preguntó Kakashi saliendo del coche— ¿o tú también tienes que ir?

—No yo no...

—Pues toma, acércate y paga; 2304 —dijo dándole la tarjeta de crédito y el documento de identidad— Y compra agua para mí y para ti lo que quieras, por favor.

Iruka se quedó de piedra viendo como Kakashi se iba despreocupado hasta lo baños. Por un segundo y, en contra totalmente de su voluntad, sus ojos miraron el contacto del volante para saber si estaban las llaves; solo por curiosidad, pero se las había llevado.

Entró en la tienda e hizo cola con la botella de agua fría que Kakashi había pedido. Miraba como un estúpido la tarjeta de crédito dorada y brillante en sus manos. Le había dicho el código como si nada ¿la gente era así de estúpida y confiada o Kakashi era un espécimen especial?

«¿No sabe que eso no se le debe decir a cualquiera? Si la va diciendo a la ligera un día se llevará un susto... Cualquiera podría robarle... Está claro que ahora mismo estoy muy lejos de casa y no tendría forma de irme pero ¿cómo se fía? Podría robarle al llegar a la costa, y desaparecer de allí. Sería imposible que me encontrara, no tendría ni por qué volver a mi piso... ¿Cómo se le ocurre?».

—Siguiente.

—Perdón, aquí tiene —dijo poniendo la botella sobre el mostrador— Y cóbrese la gasolina del número cinco —añadió señalando el coche por la cristalera.

—¿Eso es todo?

«Para ti lo que quieras...», recordó.

—Sí, eso es todo. Con tarjeta.