A partir de ese día todo fue a peor. De pronto todo lo que sentían que habían avanzado se había desvanecido en la nada, dejando a Kakashi vulnerable y desamparado en el mundo, sin consuelo posible. Por ello, Sakumo tomó la decisión de volver a vivir con él; eso fue indiscutible, y desde que se instaló no le dejó solo ni un momento.
Cuando Kakashi se sintió con fuerzas le contó lo que había pasado, su versión de los hechos claro, pero Sakumo podía ver la situación en la que se encontraba su hijo y de su historia pudo rescatar lo que él creía que era la verdad de lo ocurrido. ¿Odiaba a Iruka? No; comprendía que era un joven espabilado que así se ganaba la vida pero que, aun pudiendo haberle hecho mucho más daño no lo había hecho. Pero eso no significaba que lo perdonase. Cada vez que veía en Kakashi la mirada triste y perdida o le escuchaba llorar a través de la puerta, cada vez que se iba a la cama sin cenar o no dormía en tres días; detestaba a Iruka. Y como un consuelo absurdo le culpaba a él de todos los males de su hijo, aunque en el fondo sabía que eso no era así.
Sakumo vigilaba noche y día que no volviera a ponerse en contacto con Iruka y volvió a llamar al psiquiatra, pues lo primero que quería averiguar era si había recaído en su depresión o si acaso nunca la había superado realmente. Le concertó citas a su anterior doctor pero Kakashi se negaba a acudir; siempre le pedía una semana más. «Aún no quiero ir», «Me despejaré y la semana que viene iré», «Solo dame unos días más». Siempre tenía una excusa para postergarlo. Así que Sakumo, no pudiendo obligarle a ver a un profesional decidió llamar a su amigo Gai -pues estaba al corriente de lo ocurrido con Asuma- y este se pasaba siempre que podía a verle y charlar con él.
A Kakashi le ayudaban mucho esas visitas, parecía incluso que le animaban, pero con el pasar de los días cada vez le prestaba menos atención y le despedía antes, invitándole a marcharse con cualquier excusa tonta o fingidos dolores de cabeza.
Kakashi agradecía de corazón la atención y cuidado que su padre vertía en él, y se sentía culpable de volver a preocuparle, pero aunque cada mañana se decía que ese día iba a ser diferente antes de que llegara la tarde todo volvía a él, y entonces el mundo se apagaba y la culpa se iba y quedaba él solo de nuevo con su propia miseria.
Una tarde en la que su padre insistió hasta el punto en que no tuvo otra opción, Kakashi tuvo que ducharse y vestirse para ir a ver a su psiquiatra. Sakumo quería acompañarle y esperarle a la salida pero Kakashi odiaba sentirse, nuevamente, como un niño pequeño; así que accedió a ir con la condición de que volviera a dejarle independencia para ello. A partir de entonces Kakashi iba todas las tardes a la consulta; sentía que aquello era tirar tiempo y dinero pero también sabía que su padre merecía un descanso. Lo hacía por él; únicamente por él.
Si no fuera por su padre nunca hubiera estado dispuesto a aguantar como de nuevo aquel pedante le juzgaba y le hablaba de su vida, como si tuviera el dogma de la verdad en sus palabras. De sus visitas al psiquiatra descubrió con desagrado que él no sufría de mal de amores, si no que había sufrido una recaída en su depresión debido a un nuevo factor estresante en su vida. Así se lo había soltado el doctor, tan llanamente. Ahora resultaba que Iruka no era más que un "factor estresante", que poético. ¿Cómo se atrevía a tratar con tanta frivolidad su vida? Ese hombre por muy cualificado que fuera no podía analizarle sin haber experimentado lo que él. O así pensaba Kakashi en esos días.
Se estaba vistiendo otra tarde más para ir a ver a su doctor, pero antes de salir del baño miró su lamentable reflejo en el espejo. Hacía tiempo que los días pasaban, uno, otro, otro igual... Estaba aburrido de repetir la historia a todos, de hablar y hablar siempre de lo mismo; sí, tal vez no había superado su antigua depresión del todo... Pero de todas formas no creía que lo que él vivió se pudiese dejar a trás. Él quería tratar el tema de Iruka; borrarle a él y los últimos meses. Solo así lograría aliviar su mente. Pero no; Iruka no era su verdadero problema, según el doctor, sin embargo tenía más que prohibido llamarle o verle... Nada para él tenía sentido. Estaba frustrado. Dolido. Abandonado e incomprendido: ya no aguantaba más y cometió un gran error.
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HOT SPOT [KAKIRU] 🔞
Fanfiction«"HOT SPOT", se leía en letras grandes y fosforescentes, en un llamativo neón rojo que sobresalía entre la oscuridad de la noche. -Chicos, ¿estáis seguros de esto? No es necesario... -protestó Kakashi al ver que efectivamente le había llevado a u...