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Pov Snape.

Estaba inquieto, una semana había pasado y sentía que me estaban probando, mi cuerpo, mis sentidos, todo de mi era llamado por el pequeño chico. Parecía intimidarle, era obediente y no causaba en lo absoluto problema alguno pero algo de mi, no tan en el fondo, quería que lo provocara, que no fuera completamente sumiso y sucumbiera a sus instintos pero estaba seguro de que fue entrenado y eso era lo que más me disgustaba porque al llegar ayer en la noche pude verlo acostado en el sofá sin camisa y habían cicatrices en su estómago, no eran casi visibles a excepción de una por debajo de su cadera, parecía medir casi 7 centímetros y no podía creer que el día de la subasta no la haya visto.

— Señor Severus Snape —ahogue un gruñido, le di la orden de sólo llamarme por mi nombre, acomode unos pergaminos que se me habían enviado desde Hogwarts, bastante aburridos, criaturas mágicas y magos, fantástico. Gire mi silla para encararlo, una ráfaga de viento entró por la ventana y un olor increíble penetro tan fuerte mis fosas nasales que me hizo quedar extasiado.

Actúe por instinto y me abalancé sobre él, oliendo su rostro, cuello pray luego ir bajando poco a poco hasta quedar frente su entrepierna, me puse duro inmediatamente, olía a semen, pegue mi nariz de su entrepierna, estaba reciente, él debía ser mio, mío, mío, ¡mío!. ¡Detente Severus!. Me aparté de él tan rápido como mi cuerpo me lo permitió, estaba cediendo el paso a mi animal, pegue la espalda contra la dura pared, esta sonó detrás de mi, quizás una grieta adornaría la misma, clavando las garras de mi mano derecha en el concreto con la otra saque mi varita e hice aparecer un pequeño frasco frente a mi, deje caer la vara y agarre el frasco para beber todo el contenido de manera inmediata.

Apreté la mandíbula, mi lobo estaba furioso, quería gruñir, jadeaba y aullaba dentro de mi, respire hondo, poco a poco la calentura fue disminuyendo, trague grueso, la poción anularía esos instintos brevemente, quizás 3 o 4 horas. Había mantenido el animal a duras penas, prácticamente exigiendo todo de mi control mental para no hacerle algo al chico pero fisiológicamente hablando nos necesitábamos el uno al otro, Harry era mi otra mitad, no sé si lo sabía pero aún así no lo diría yo en voz alta, él podía estar con alguien de su edad. No. Sí, abrí los ojos lentamente, el sudor recorriendo por mi frente y cuello, Harry estaba de rodillas, sentado sobre sus talones mirando el piso, seguro esperando una reprimenta, me tape la nariz, el olor era muy fuerte ahora, agarre la varita para hacer un conjuro al rededor de él, ese aroma estaba comenzando anular la poción ¿cómo no lo había notado antes? Se fue a duchar así que asumo fue eso.

— Harry tenemos que hablar —dije calmadamente pero a pesar de eso no me miraba ¿estaba apenado? Di un paso cerca y vi su cuerpo estremecerse, no era vergüenza sino miedo— levanta el rostro, no te lastimare ¿estás bien?

— S-sí —sus ojos color Esmeralda estaban cristalizados, se me revolvió el estómago, quería abrazarlo, tenerlo cerca de mi y transmitirle calor. Lo observé buscando algún moretón pero sólo tenía una manga rota, suspiré de alvio hasta que vi que jalaba el extremo de la camisa, mis manos comenzaron a temblar, cubría una erección, forcé a mis ojos a mirar los de él.

— Necesito que me digas si los que te tenían antes te maltrataban —su mirada vaciló un momento, parecía buscar algo a su costado, tal vez las palabras. Pasaron unos segundos— no me mientas.

— Sí, ellos me disciplinaban, yo era un chico que no seguía mucho las reglas —era la primera vez que me habla tanto, su voz suave, sin gritar, el verde de su mirada se puso opaco.

— Aquí deberás obedecerme, no te voy a disciplinar, sólo regañar, eres libre de hacer lo que quieras siempre y cuando me cumplas y no interfieras con mi trabajo —asintió dudoso, me mordí el interior de mi mejilla, quería mirar su entrepierna— hablo en serio no te lastimare, lo de hace unos minutos fue un accidente, no volverá a ocurrir. Saldré un momento, nos vemos en breve.

Me di la vuelta sin esperar una respuesta o si quiera mirarlo, salí huyendo de mi edificio, debía de buscar un polvo rápido para descargar todo esto.


Corto.
Gracias por sus cometarios, el próximo será más largo, esto lo hice para que vean que si seguiré actualizando.

Mezcla el verde con el negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora