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Pov Harry.

Había tenido que responder las preguntas vergonzosas de mis amigos después de regresar al día siguiente de nuestra escapada del bar, ya habían pasado dos semanas y Hermione me alzaba sus cejas sugestivamente cada vez que me veía cerca de Severus lo cual me hacía sonrojar. Por otro lado Parvatti no dejaba de fastidiar y ya le había advertido a Severus que cortaría a la pequeña bruja con mis garras si no lo dejaba en paz, aunque él me asegurará que nada pasaría porque yo era el amor de su vida estaba seguro de que la estúpida no le importaría en lo absoluto eso.

En otras noticias me había sentido extraño estos últimos días y mi lobo estaba inquieto de una extraña y feliz manera lo cual me estaba comenzando a asustar. Camine por los pasillos aburrido, la mayoría, incluyendo a profesores y estudiantes estaban en clases así que no tenía nada que hacer, pero había un grupo de cuatro chicos rodeando algo, no le iba a dar importancia hasta que vi que era otro chico hecho bolita en el suelo y estos lo estaban lastimando, como asistente, no, como persona que había sido víctima toda su vida tenía la obligación de ayudar.

Saque mis dientes afilados, por su olor se podía determinar que eran nada más que simples magos, el gruñido que emití comenzó siendo bajo hasta escucharse casi estruendoso a medida que me acercaba, todos los que estaban de pie se giraron, en un principio sacaron sus varitas, chasquee los dientes amenazadoramente pero estoy seguro de que lo que los asustó fue ver quien era, los tenía a un metro de distancia.

— Largo —aunque no tuviera voz de alfa los omegas podíamos asustar si así lo queríamos, sus rostros pálidos asintieron y cuando salieron corriendo sólo pude escuchar profesor de pociones, volví a la normalidad para acercarme a ver al chico, habían muchas ventajas de ser el compañero de Sev, cuando vi al estudiante me sorprendí mucho al ver que se trataba de Draco Malfoy, en su rostro habían moretones, una fina línea de sangre caía de su nariz y su labio estaba roto— maldición, te buscaré ayuda.

Este con los ojos entreabiertos me miró por breves segundos y luego asintió, saque mi varita e hice levitar su cuerpo y con prisa nos lleve a la enfermería, no sin antes lanzar otro hechizo para cubrir su rostro y rastro de la casa a la que pertenecía. Al llegar Madam Pomfrey se encargo inmediatamente de él, haciendo que saliera de allí.

¿Qué está pasando? —pregunto Severus a través del vínculo, seguramente experimentado las emociones que sentía yo en estos momentos, tome una respiración profunda para tranquilizarme.

Es Draco, alumnos de Gryffindor lo estaban golpeando así que lo traje a la enfermería —le respondí con tranquilidad pero la verdad me sentía un poco agitado, Draco podrá haberse metido conmigo en el pasado pero yo no lo odiaba por eso y muchos menos querría verlo sufrir, eso era lo que más detestaba, ver sufrir a las personas así que verlo en ese estado me aterro mucho.

¿Tu estás bien? ¿Ellos te hicieron daño? —casi me sonrojo al escuchar su voz preocupada, este hombre daría la vida por mi si se lo pedía, me mordí el labio inferior.

Estoy bien, vuelve a tus clases te informaré sobre el estado de tu ahijado —tardo unos segundo en responder pero lo hizo con un simple —ok— después de unos minutos Madam Pomfrey salió y me dijo que podía pasar, asintiendo lo hice, no sabía que decir cuando vi al rubio acostado con los ojos abiertos, no quería molestarlo porque eso haría que su salud empeorara pero tampoco podía irme sin saber que era lo que había pasado, recordaba perfectamente la cara de esos cuatro mocosos así que no estaban excentos de un castigo, al estar junto a él me rasque la cabeza nervioso, su ojo derecho estaba un poco hinchado, a pesar de que nos curabamos rápido lo habían golpeado muy fuerte y sus heridas se curararian por lo menos en dos días, eso sin contar que la enfermera mencionó costillas rotas— ¿Te duele mucho? ¿Quieres que te pida algo?

Mezcla el verde con el negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora