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Pov Harry Potter

Estaba tan emocionado por pasar año nuevo con mis amigos que no podía dormir, ya eran la 1 de la madrugada y yo sólo podía observar el rostro de mi amado compañero dormido, parecía en calma, sus cejas no estaban en V como era de costumbre, en estos momentos podía apreciar la tranquilidad en él. Tras acariciar su mejilla con la yema de mis dedos me levanté, mi pequeño o pequeña estaba demandando comida, lentamente baje las escaleras, estaba acostumbrado a la oscuridad de esta casa, generalmente bajaba a altas horas de la noche por un refrigerio.

Me pase las manos por los brazos, con el embarazo podía sentir más la temperatura, estaba haciendo frío y yo sólo vestía una camisa de tiras y un pantalón de pijama, mis pies descalzos hacían contacto con la helada madera también. La luz de la luna se colaba por la ventana de la cocina, para vivir en un mundo mágico básicamente rudimentario Severus me equipó la casa con electrodomésticos de acero inoxidable, no se que excitaba más si ver a Severus duro o hacer panqueques en esa elegante cocina, ummm, suponía que si las dos pasarán al mismo tiempo no me molestaría. Me acerqué a la despensa y tome una caja de galletas, sentándome en la isla comencé a comer, trataba de evitar gemir de lo deliciosa que estaban, vainilla y limón. Repentinamente el ambiente se volvió más frío, este cambio hizo que mi lobo se inquietara, los vellos de mi piel se levantaron al sentir una presencia detrás de mi.

— Hola pequeño —la respiración se me corto. Sev cariño, alguien se metió a la casa. No sabía si el vínculo funcionaba si él dormía, tenía tanto miedo que no sabía si las emociones se mezclaban con las de Sev pero no podía temer, debía proteger a mi bebé, respirando hondo me gire, una sombra negra estaba a tres metros lejos de mi— eres más hermoso de lo que creí, al señor oscuro le fascinaras.

— Concuerdo contigo —otra sombra se hizo presente junto a él. ¡Severus! Hay más de uno. Inmediatamente tras decir eso dos más aparecieron como si fueran humo, mis manos en defensa abrazaron mi vientre.

Un gruñido estruendoso se escuchó en toda la casa y en un borrón fugaz Severus en su forma animal se lanzó hacia uno de ellos, inmediatamente el resto sacaron varitas, por instinto me agache y fui detrás de la isla. El ruido de los hechizos a diestra y siniestra se comenzaron a escuchar, las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos. ¡Vete!, ¡Ahora!, ¡Protege al bebé! No quería irme pero estaba indefenso, no podía ayudarlo, confiaba en que estaría bien, se había enfrentado a un licántropo, aunque estos hombres estaban armados con varitas... Respire profundo y salí corriendo de la cocina, pasando ya por la puerta que daba a lo que sería el patio acelere mis pisadas, el bosque a unos metros frente a mi me absorbió por completo, sólo veía borrones de árboles, Por favor, cuida de ti. Si lo perdía quedaría absolutamente devastado, me detuve un instante, después de un rato.

— ¡Ayuda! —grite con todas mis fuerzas, no sabía cuánto había corrido pero los pulmones me ardían, las manos me temblaban y estaba preso de la desesperación. Severus dijo que no teníamos vecinos sino a varios kilómetros pero no sabía en qué dirección, las lágrimas no tardaron en salir y sólo quería abofetearme— ¡Por favor! ¡Auxilio!

La vida no podía ser mejor, siempre pensaba y se lo decía a mis amigos, ahora, en medio del frío bosque gritando por ayuda pensaba en que quizás debí de ser un poco más humilde con mis palabras. Estaba preparado para volver a correr cuando fui interrumpido por un ruido sordo en la cabeza, el dolor fue momentáneo la oscuridad me absorbió rápido.

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Pov Severus Snape

— ¡Sueltenme! —grité con desesperación, no importaba cuantas veces lo hiciera recorrería todo el maldito bosque de nuevo si era necesario para encontrar a mi compañero.

Mezcla el verde con el negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora