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Cero estaba lista para tener en un su memoria el peor recuerdo de su vida. Sentía un fuerte dolor de cabeza y pecho, no solo se lastimaba a ella, sino también a sus hermanos. Tanto tiempo queriendo conocerlos y su propia mente la traicionó.

Cero comienza a tener una guerra contra su propia mente, entre matar a su hermano o matarse a ella misma, y prefería la segunda opción. Estaba a punto de cometer un suicidio.
Cero comenzó a soltar gritos de dolor, sentía quemaduras por toda su piel, los cables y metal dentro de ella ardían.
Su piel comenzaba a hacerse color gris, salía humo negro por toda la burbuja. Ahora, o morían asfixiados, o se suicidaba. Pero aún que escoja mil veces la segunda opción, su mente comienza a ser aún más fuerte que ella misma. El chip dentro de 5 comenzó a palpitar, sí ella moría, el chip dentro de Luther y 5 explotaba.
Cinco inmediatamente empezó a sentir la quemadura por dentro de su piel, la piel de su estómago empezaba a ponerse de un color gris/verde. Cero no se daba cuenta de ello, Diego entendió lo que pasaba e iba a defender y cuidar a todos sus hermanos. Sin excepción.

—Allison, di la frase. Di que oíste que Cero jamás fue creada.—susurró a Allison.

—¡No quiero matar a ninguno de los dos!—dijo entre lágrimas.

—¡Mira a tu alrededor!—gritó Diego.

Cinco estaba con las manos en su estómago, el chip prácticamente le estaba horneando todo el estómago. En la burbuja de cero, estaba a punto de ser prácticamente imposible continuar viendo gracias a que había demasiado humo. La mano de cero estaba totalmente negra, las lágrimas salían como si fueran infinitas. Klaus estaba en una crisis, había quedado en shock y no soltaba ni una palabra. Lloraba sin parar, y parecía estarse despidiéndose de sus hermanos.

Allison suspiró y tomó su decisión. Diego le dio una mirada de aprobación, dirigieron su mirada a Cero.

—He oído el rumor...

Cero bajó su mano automáticamente y la burbuja desapareció. Sus sentidos ahora se fueron en contra de Allison, sí terminaba la palabra, la mataría con sólo alzar su mano. Cero le dio la espalda a Luther y el líder recupero todos sus sentidos, miró con una mirada depredadora a Cero. Teniéndola de espaldas, podía matarla fácilmente.

Cero fue inteligente y cerró la garganta de Allison, para que no pudiera continuar hablando. Con un chasquido de dedos fue suficiente, no quería causar más dolor. Volteó a ver a Klaus y se rompió en mil pedazos, todo esto era lo que ella menos quería. Sentirse culpable de todo un desastre, tener ese dolor en el pecho que jamás se quitará.

Luther se paró, y con Cero a espaldas de él, estaba a punto de darle el puñetazo más fuerte de su vida en la cabeza. Cinco, en cuestión de segundos se teletransportó hacia Cero y la tiró al suelo, esquivando el golpe de Luther.
Tomó la mano de Cero y los teletransportó al otro lado de Luther. El chico estaba demasiado dañado y no podía más que dar pequeños saltos en el lugar.

Diego, Allison y Klaus corrieron hacia Luther para tranquilizarlo, pero parecía imposible. En brazos de Cinco, Cero dirigió su mirada a Luther y conectaron mirada. Ella simplemente se sentía apenada y destruida, el color de sus venas y manos comenzó a volver a la normalidad, pero estaba demasiado dañada por dentro. Bajó su mirada, sí Luther la mataba, ella lo permitiría. Soltó otro chasquido de dedos, la voz de Allison regresó.

—¡Luther! ¡Déjala! Ella es un robot, jamás quiso lastimarme. Me devolvió la voz, ella no quería hacerte daño, sólo quería ayudarme. No me lastimó, y podía hacerlo.—dijo Allison a Luther. Sus facciones cayeron, ahora él se sentía apenado y culpable. Cero levantó su mirada, suspiró y finalmente volvió a la normalidad. Todo su cuerpo ahora estaba bien, exceptuando el pequeño círculo rojo saliendo de la palma de su mano. Ella podía auto-curarse en cuestión de segundos, pero la luz proveniente de su mano no era importante.

—¿Estás bien?—preguntó Cero a Cinco.

—Pues, ¿podrías?..—dijo el chico y le mostró su panza. Cero nunca supo quiénes estaban conectadas con ella, su padre se lo tenía prohibido y jamás defraudaría su palabra.
Miró que el chip de 5 tenía la luz prendida, una luz roja. Miró su mano, y él era uno de los hermanos con los que ella estaba conectada. Sonrió y conectó sus luces color rojo, poniendo su mano sobre el mismo círculo de luz de Cinco, lo que ocasionó un rayo de luz gigante del mismo color. La panza de 5 volvió a la normalidad y dejó de sentir dolor. Miró sonriente a su hermana.

Los dos voltearon a verse, para Cero era sumamente importante su familia, a pesar de nunca haberla conocido. Tener una conexión con 5, para 0 era cómo tener un hermano que sea exactamente igual a ella, tener a alguien del otro lado que también siente lo mismo que tú.

No obstante, en cuestión de un segundo el escenario en dónde se encontraban ya no era el mismo. No estaban sus hermanos, no estaba nadie. Absolutamente nadie. Era un fondo negro y oscuro. Sólo estaban Cinco y Cero.

—No me digas que...

—¿Este es el fin del mundo?

000 ; «Número 5»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora