maratón (4)

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Seventeen

—¿Nos guían?—le pedí a los chicos del pasado.

—Tengo una idea.—Richie apuntó a los del pasado, todos escuchamos atentos. —A los del pasado, les agregamos a sus nombres el número dos. Para no confundirnos.

—¿Qué? Ustedes deberían ser los números dos.—renegó Richie del pasado.

—Cállate imbécil.—Richie del futuro le contestó.

—Vaya, Richie, creciste bastante de estatura en un solo año.—Stanley del futuro le dijo, los dos Richie’s voltearon a verlo al mismo tiempo.

—Sí, bueno, Bill 2, ¿serías tan amable de llevarnos?—pidió 5.

—Nah, que hueva. Ahorremonos que a Eddie 2 le rompan el brazo y que a Stanley 2 lo torturen.—ellos me miraron asustados. —Iremos al grano. Por Beverly.

—Pero Pennywise nos separará.—contestó Eddie.

—No.—abrí una burbuja color rojo entre nosotros. —No sí no se salen de la burbuja.

—Cool.—Richie 2 dijo mientras veía la burbuja. —Creo que me gustas, cómo te llames, pero me gustas.

—Cómo lo odio.—exclamó Richie y reí.

—Okay...

Nos di un salto de lugar justo dónde está Sophia. Y esta es la escena final.

—¡Ahí está Beverly!—gritó Ben 2.

—Ya sabemos.—mufó Eddie.

Ben corrió pero tropezó con la burbuja, cayendo al suelo.

—Vaya, que imbécil.—dijeron Richie y Richie 2 al mismo tiempo. —Cállate.—volvieron a repetir.

Caminé hacia Beverly y ellos me siguieron el paso.

—Cero, salvala. No dejes que la besen. Es muy de novela.—me pidió Cinco y obedecí.

Toqué su frente con mi dedo pulgar y la chica rápidamente cayó al suelo. Bill 2 corrió a levantarla, pero Bill miraba atento a otro lado. Estaba esperando que Georgie apareciera.

—Entonces...—dije. —Georgie es Pennywise camuflajeado.—el chico asintió.

—Bien. Esperemos a que eso pase.—le dije. —¿Tienes miedo?

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?—me contestó exageradamente.

—Es algo que percibo todo el tiempo, Bill.

Volteé a mirar a la gran pirámide de personas muertas. Logré identificar a Georgie. Miré hacia atrás y vi su alma, estaba ahí, mirándome.

Le sonreí y el pequeño niño hizo lo mismo, comenzó a llorar pero de una manera relajada.

—Extraño a Billy.—me dijo.

No podía evitarlo, quería salvarlo en ese momento.

Corrí hacia 5 y lo besé.

000 ; «Número 5»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora