Era hermoso aquel cielo estrellado que llegó a ser santificado con aquel líquido rojo bendito, simplemente eran hermosos los crujidos de huesos al sonar de disparos que esparcián sangre como bombas de pintura brillantes al atravesar aquellas cabezas. Aquél cielo oscuro infinito sin error alguno y tan vacío como aquellos ojos largos, llegó a ser testigo de aquellas muertes tan hermosas, aquellos bellos cadáveres que eran irreconocibles, aquel hermoso vino derramado y bañado en sustancias del aire; aquellas flores que habían comenzado a llover del cielo, parecía una lluvia de sangre que duró al menos 5 minutos con su goteo constante tapizandolo todo y haciendo del suelo una alfombra perfecta, que como el corazón de las personas si uno se les hacerca demasiado terminarían destruyendolo y acabando con su vida. Y con la Luna como única señora constante a su cuidado y tierno canto con fervor, no supieron cuando había ocurrido tanto, sólo podían observar la sangre fluir tosca por las grietas del suelo de piedra que ellos pisaban. Era espantoso... Ambos cubiertos de sangre enemiga desarmados ante varios demonios salvajes, un escenario de muerte perfecta, pero ¿los actores seguirán el guión maldito cuyo destino es hacia a la muerte?.
»Ya no hay salida« pensó el de ojos largos, él estaba dispuesto a morir en cualquier segundo ni siquiera le importaba realmente si moría o vivía pero entonces... ¿Qué ocurriría con Emma? Él no podía autoperdonarse por lo que estaba a punto de pasar, se sentía una basura; aunque esos disparos vinieron del oeste y ellos estaban en el este sus salvadores no llegarían a tiempo. Se maldijo a si mismo al sentir como el mismo temblaba de miedo y abrazó a Emma con un brazo, »El barranco« Emma recordó que detrás de ellos había un barranco hacia el mar.
-Ray el barranco... — Susurró Emma.
-Hay diez metros de distancia aunque lo intentaramos no funcionaría, son demaciados —advirtió Ray con bajo tono.
Fue cuando se le ocurrió su idea maestra, aquella idea de suicidio, se odió por hacer que su vida terminará así... Lanzó a Emma lo más lejos que pudo y él se quedó en el medio de las bestias que habían terminado con los cuerpos del jefe de armas de los Ratri y su escuadrón. Él sería comido y ella lograría escapar... Era la única forma. Ella estaba atónita.
Bag, bag, bag
Tres tiros en conjunto, todos certeros y sin error aparente un canto dorado tocado por los mismos ángeles directamente para ellos. Eran Don y Gilda ambos los habían salvado dos veces de una muerte segura en un instante... Un insignificante instante.
Sudorosos, fríos, pálidos, Emma casi al borde del llanto y Ray en una posición que revelaba su plan antes de comenzar... Él iba a suicidarse. Emma río con molestia aquellas malditas flores que se habían llevado consigo a tantos de sus hermanos, aquellas flores de blanco fulgor que se volvían coloradas en un instante al absorber la sangre extraña que emanaba de los demonios, aquella sangre que desprendía un olor poco ordinario y totalmente repugnante ante el olfato humano.
Plaf
Una bofetada sonó seguida de sollozos y llanto.
-¡Idiota, ¿Qué planeabas hacer?. ¿Tener tus cinco minutos de Gloria y dejarnos aquí?!. ¡Así no ganaremos nunca, no puedes rendirte tan fácilmente!. No podemos perder a nadie... —. Le reprochó Don a Ray entre gritos histéricos.
Ray sólo sonreía mínimamente ante el acto que Don hacía, como si Don fuera su "Payaso personal" al preocuparse por él. Sin embargo Emma no estaba igual que él, no le tuvo miedo a la muerte, no, sino que le tuvo miedo a la teoría conspirativa que había formulado su cerebro al atar cabos de la situación... »Imposible, Norman no... Soy una idiota al dudar de él, seguro que esto es parte de algún plan suyo« pensó Emma tratando de consolarse así misma, ni siquiera había notado que había sido salvada por la de cabellera aceituna y el moreno.
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El Mezquino Sonar De Un Tic Tac [Cancelada]
FanfictionLos veo pelear una y otra y otra vez, los veo discutir "¡Comprende que no puede ser!" "¡¿Es qué no lo vez? esa es la solución!". Los veo enojarse entre si, los escucho gritarse entre si ¿Era necesario tanto por un sueño tan inexistente como el sueño...