Capítulo 12

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El inicio de la semana fue cansado. Por las mañanas y las tardes Kate no se despegaba de Max. Literal. Practicaban lado a lado, Max moviéndose con agilidad mientras Kate intentaba en vano imitar sus movimientos y postura. Ella tenía libres las noches puesto que Max debía ir al pub a hacer lo suyo. Estando sola volvía a intentar hacer las cosas como su amigo, o al menos lo más parecido posible. No resultaba.

***

Comenzaron su entrenamiento el sábado. Usaban botellas de agua como si fuera el licor. A Kate se le resbalaban de la mano las botellas o vertía más líquido del necesario en los vasos. Había tanta agua en el piso que era inevitable dar un paso sin caer.

-No está tan mal como crees- dijo Max al final de la primera sesión.

-No es necesario que hagas un esfuerzo por hacerme sentir bien, George. Soy un asco, y de sobra lo sabemos.

-No seas tan dura contigo misma. Lo harás mejor, lo sé.

***

El domingo el piso quedó más seco que el día anterior, pero no podía decirse lo mismo de sus ropas. Siva había insistido en estar presente para juzgar el avance de Kate, pero no había sido buena idea.

-Creo que podríamos darle más tiempo para prepararse- mencionó mientras su cabello escurría.

-No tenemos más tiempo, Seev- le recordó Max-. El sábado habrá mucha gente en The WANTED y sin Dana será más tedioso. Kate será de ayuda mientras se acostumbra, y se sentirá tan cómoda después que le parecerá cosa de niños.

-Bien. ¿Dónde esta Ella? ¿No iba a ayudar también?

-Mañana vendrá. Esperaba que hubiera un poco más de progreso, así que manos a la obra, Kate.

***

El lunes por la mañana, los chicos se reunieron para recibir a la que Kate supuso era Ella.

Una chica de cabello blanco, en verdad blanco, y con mechones negros. Sus brazos estaban cubiertos de tatuajes, bocetos negros difíciles de reconocer a distancia. Y su ropa negra, por completo. Se veía como la clase de chica que crea problemas sin una causa.

-Ella, esta es nuestra amiga Kate, como ya sabes tomará el lugar de Dana en el pub. Kate, ella es Ella- Tom las presentó.

Ella extendió su mano y Kate la estrechó. Ella sonrió sinceramente y la observó.

-La norteamericana. Estos cinco me han hablado mucho de ti- dijo ella.

-En realidad nací aquí. No soy de Norte América, sólo me mudé por un tiempo.

La sonrisa de Ella se hizo más grande y se rió. Después dio unas palmadas al hombro de Kate.

-Nos llevaremos bien.

El resto del día actuó como toda una profesional mientras orientaba a Kate. "Gira más la muñeca", "Evita chocar con tu propio brazo", "Si continúas desplazándote así de un lado a otro sólo te retrasarás", eran algunas de sus frases.

Por su parte, los chicos, exceptuando a Max, se dedicaron a juzgar el desempeño de Kate. Para ellos era fácil opinar porque no debían lidiar con la presión de estar a unos cuantos días de iniciar en su nuevo trabajo, para el que, por cierto, no servían mucho. Pero Kate seguía esforzándose.

***

El martes la situación no mejoraba. Aún practicaban en el departamento de los chicos, en su cocina.

Las botellas caían al suelo en repetidas ocasiones y las maldiciones salían de la boca de Kate sin control.

Llegó un momento en que Ella se cruzó de brazos, después de uno de los "maldita sea" de Kate, y la miró con seriedad.

Volver a Verte (The WANTED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora