Capítulo 10

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Queridos mamá y papá:

La semana se ha ido volando. Pareciera que fue ayer cuando llegué al departamento de Jessica y Paula. Me siento muy feliz por estar de vuelta, pero debo admitir que extraño estar con ustedes también. Deberían tomarse unas vacaciones y visitar a los Sykes, sé que ellos estarán encantados, y yo también.

He estado buscando un empleo para ayudar a mis amigas con los gastos del departamento. Después de todo, también yo vivo aquí. Aún no hay nada, pero continúo buscando.

¿Recuerdan que les conté que Paula y Jessica ya eran enfermeras? Bueno, están muy contentas con lo que hacen. En serio lo disfrutan aunque no duerman mucho, ya que tienen el turno nocturno. Y a los chicos les va muy bien con su negocio. ¡Tienen un pub! ¿Pueden creerlo? Yo no lo hubiera imaginado, pero ya lo visité y es alucinante. No un lugar de mala muerte, en verdad es alucinante. Les gusta ser sus propios jefes.

¿Cómo han estado las cosas en Nueva York estos últimos días? ¿Cómo se encuentra la tía Fey? Escriban más a menudo. Los quiero.

*Kate

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Kate estaba sentada ante el comedor, revisando la carta que enviaría a sus padres y tratando de decidir si debía contarles algo más. Algo como que no conseguía un empleo por falta de experiencia.

-No te preocupes. Ya habrá alguien que te ofrezca trabajo.

Kate había madrugado, sus amigas aún dormían y quería hablar con alguien, así que decidió hacer una visita a sus amigos en el piso de arriba. Nathan abrió la puerta y la dejó entrar, Max y Jay también dormían así que aceptó la compañía.

-No lo habrá, Nath. Nadie quiere contratar a alguien que acaba de graduarse.

-Sabes que no necesitas un empleo. Jess y Pau se las arreglaban solas, pueden hacerlo también ahora, aunque sean tres.

-Quiero aportar algo. No puedo sentarme todo el día sin hacer nada mientras ellas se parten la espalda para cubrir los gastos.

-De acuerdo, entiendo.

Pero Nathan no lo entendía. Él no tenía problema en ayudar a Kate económicamente, y sabía que su hermana tampoco, pero ella no lo aceptaría. Y sin embargo, quería ayudarla. Así que se le ocurrió una idea.

-Yo puedo ayudarte a conseguir trabajo.

-¿En serio?

-Sí. Lo que es mejor, te conseguiré trabajo en el pub.

Kate creyó que era broma. No tenía idea de lo que podría hacer en el pub de los chicos. Esperaba que Nathan se riera en cualquier momento, pero eso no sucedió.

-No es en serio- dijo ella con una risa nerviosa. Pero parecía que lo era-. ¿O sí?

-Lo digo de verdad, Kate. Podríamos darte trabajo.

-¿Pero en qué?

-Encontraremos algo para ti, descuida.

Nathan comenzó a dar vueltas alrededor del comedor, pasando una mano por su cabello. Resoplaba cada poco tiempo, lo cual ponía cada vez más nerviosa a Kate.

Una puerta se abrió y Max entró más tarde al comedor.

-Kate, buenos días.

-Hola, Max.

-No es que no te quiera en el departamento, pero ¿qué estás haciendo aquí?

-Kate necesita trabajo, amigo- respondió Nathan-. ¿Crees que podemos hacer algo por ella?

Volver a Verte (The WANTED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora