Capítulo 20

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Kate no pudo evitarlo y comenzó a reír a carcajadas.

-Bromeas.- Trataba de recuperar el aliento.

Pero Jessica no se rió ni un poco. De hecho se veía molesta por la forma en que Kate actuaba.

-No sé por qué creí que no era mala idea contarte. No puedes tomarlo con seriedad.

Así, Kate detuvo su risa y vio la expresión de su amiga.

-Perdón, Jess. Pero no puedo creer que... que salgas con Max.

-¿Por qué? ¿No crees que sea suficiente para él?

-No digas eso, sabes que no es a lo que me refiero. Me cuesta creerlo porque nunca imaginé que podía pasar.

Una pequeña sonrisa se posó en el rostro de Jessica.

-Yo tampoco lo imaginé.- Hizo un ruido con la nariz como si estuviera a punto de llorar-. Perdón, Kate, es que yo había planeado que te enteraras de otra manera. Junto con el resto de nuestros amigos.

-Lamento haber espiado tu llamada.

-Ya no importa.

Se dieron un fuerte abrazo en señal de reconciliación. Kate sintió su hombro mojado y se dio cuenta de que era por el llanto de su amiga.

-Jess, no llores- le pidió mientras tomaba su rostro con ambas manos.

-No te preocupes. Son lágrimas de felicidad, supongo.

-Eres una pequeña chiflada- Kate sonrió y atrajo a su amiga para volver a abrazarla-. Quiero que me cuentes todo. De principio a fin. Quiero saber cuándo inició, cómo inició y también quiero detalles.

-Es posible que me lleve tiempo explicarlo.

-En ese caso, pongámonos cómodas.

Kate se sentó en el piso y estiró sus piernas frente a ella. Jess hizo lo mismo, de manera que quedaran cara a cara.

-Puedes comenzar- le indicó Kate, tratando de no mostrar lo ansiosa que se sentía por escuchar la historia.

-Bien, como sabes, los chicos abrieron el pub el año pasado. Cuando comenzaron a tener éxito decidieron buscar un lugar donde vivir, al menos Jay, Max y mi hermano, porque Seev y Tom ya vivían con sus novias, ya sabes. No te mentiré, no sé cómo encontraron este lugar, pero les gustó y se quedaron con él. Y como todo supuesto empresario en sus inicios ellos eran unos tacaños y no quisieron pagar por un camión de mudanza, nos convencieron a Pau y a mí para que los ayudáramos.

Jess hizo su cabeza hacia atrás, recargándola en una gran caja, y continuó hablando.

-Estuvimos toda la mañana, y buena parte de la tarde, arrastrando maletas y cajas por las escaleras. Una vez que terminamos me sentía tan exhausta que sólo podía pensar en comer algo e irme a la cama a descansar. Le dije a Nath que nos llevara a Pau y a mí a casa de mis papás, pero Jay dijo que lo menos que podían hacer para agradecernos era invitarnos a comer algo; sin embargo, yo no quería caminar y acordamos que Jay, Nath y Pau irían a comprar algo y volverían al departamento.

-¿Los dejaron solos y ustedes aprovecharon para declararle su amor al otro?

-No interrumpas, Kate. Como decía, ellos se fueron y yo me quedé con Max. Él comenzó a revisar unas cajas y las separó del resto. Después, me dijo que sabía que me sentía cansada, pero el último favor que me pedía era que lo ayudara a llevar unas cajas a la bodega.

-¿Una bodega como esta en la que estamos justo ahora?

-Precisamente. Verás, la puerta de su bodega solía ser diferente, por alguna razón no tenía perilla así que sólo se abría por fuera. Eventualmente la cambiaron, pero ese es otro asunto. Cuando llegaron sólo se abría por fuera. Max lo sabía y puso algo en el suelo, así la puerta no se cerraría cuando estuviéramos metiendo las cajas en la bodega. Era yo quien desconocía ese asunto y tropecé con lo que fuera que sostenía la puerta, lo quité del camino y entré en la bodega junto con Max, y de pronto la puerta se cerró a nuestras espaldas.

Volver a Verte (The WANTED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora