Capítulo 11

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-¿En serio, Jay? ¿Es esta tu idea de salir a comer?

-¿Qué? ¿Hay algo malo en ella?

Estaban en la azotea del edificio de departamentos. Jay había insistido en que subieran y Kate seguía sin entender por qué.

-No. Es sólo que no imaginé comer en una azotea. Ahora sí me sorprendiste, McGuiness.

-Un placer. Observa.- Jay hizo un gesto con la mano que abarcaba todo su alrededor-. No es mucho, pero me gusta la vista desde aquí.

La vista era impresionante. Pero Kate aún no entendía qué hacían ahí.

-Es lindo. Sólo me gustaría que me dijeras por qué me hiciste subir tantas escaleras. No era únicamente para que tuviera una vista diferente, y prometiste comida.

-Tengo algo mejor. Espera aquí.

A su izquierda había muchas cajas de cartón apiladas. Jay se movió detrás de ellas de manera que quedaba oculto. Kate se giró nuevamente y contempló lo que había ante ella.

Le había dicho a Jay que era una linda vista, pero decir que era linda era quedarse corto. A ella realmente le gustaba.

Jay salió de detrás del montón de cajas con una bolsa de papel bajo el brazo y cargando una silla plegable con cada mano. Colocó la bolsa en el suelo y acomodó las sillas una al lado de la otra.

-Tome asiento, señorita- pidió mientras se agachaba a tomar la bolsa nuevamente.

-Gracias, creo.- Y se sentó.

-Prometí comida y no la tengo.

-¡Rayos!- Kate se rió.

-Pero tengo algo que sé que te gustará.

Él sacó de la bolsa de papel un bote de helado. Helado de chocolate. El favorito de Kate desde que tenía uso de razón. Después se sentó junto a ella.

-Podemos compartirlo si gustas.

-¿Que si gusto? Me ofendería si tuvieras mi helado favorito entre tus manos y no me dieras un poco, Jay.

-Qué suerte que traje dos cucharas.

Kate sonrió y ambos comenzaron a reír.

El helado lo sostenía Jay, pero era Kate quien acababa con él. No hablaban, sólo admiraban la vista y comían.

Pero Kate no podía resistirse a tomarle el pelo a su amigo, así que rompió el silencio.

-Entonces, ¿es aquí a donde traes a tus conquistas?

Jay soltó una sonora carcajada. Luego estiró el brazo y alborotó el cabello rizado de Kate.

-¿Qué parte de que no he tenido conquistas es la que no entiendes? Supéralo, pequeña.

-Era una duda nada más. Si yo fuera tú, este sería el sitio al que traería a mis conquistas.

-Deja de decir "conquistas". No quiero conquistas, quiero una relación. Pero, como ya te dije, puedo esperar para encontrar a la indicada. Como sea, la razón por la que te traje a la azotea es la siguiente. Cuando nos mudamos yo quise explorar el edificio y encontrar buenos escondites... no preguntes por qué... y al subir las escaleras, y abrir la puerta que me dejaba salir a este lugar, y notar la vista que tenía, en seguida pensé "Kate volverá". Tuve la certeza de que sería así. Después pensé "y cuando vuelva la traeré, porque estoy seguro de que le gustará". Desde entonces subía yo solo, porque juré que serías la primera persona con la que compartiera esto. También creí que agregar el chocolate sería un buen detalle. Espero que te agrade todo.

Volver a Verte (The WANTED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora