Capítulo 9

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-¿Segura que podemos ir los 6 en tu auto?- preguntó Max.

-Algo incómodos, pero sí- respondió Kate.

Estaban esperando a que Jessica y Paula estuvieran listas para irse a casa de Siva y Nareesha, donde también verían a Tom y a Kelsey.

-Creo que nosotros deberíamos ir aparte- dijo Nathan-. Mayor comodidad, menos discusiones con mi hermana.

-Debiste ser más amable al momento de despertarla.

-No le arrojé el balde con agua. ¿Podría haber sido más amable?

En ese momento las chicas aparecieron. No parecía que tuvieran resaca.

-Bien- dijo Paula-, podemos irnos.

Kate miró a Jess y se dio cuenta de que ella observaba a Max.

-Hola, Max.

-Jessica.- Max hizo una inclinación de cabeza y se giró a la puerta. La decepción atravesó el rostro de Jess, pero no dijo nada.

Nathan puso sus manos sobre los hombros de Paula.

-Le comentábamos a Kate que sería mejor que ustedes se fueran juntas y nos siguieran a nosotros para no perderse en el camino. ¿Les parece bien?

-Supongo.

Y salieron del edificio.

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-Max está molesto, ¿cierto?- preguntó Jess después de un rato de silencio.

Kate era quien manejaba, y no despegó la vista del camino mientras contestaba.

-Fue lo que me dijeron Nath y Jay. Pero no me preguntes por qué, no podré responder a eso.

-Creo que exagera- opinó Pau desde el asiento trasero-. No hicimos nada malo, sólo nos divertíamos. Nosotras también podemos hacerlo.

-Creo que podría hablar con él. Y preguntarle cuál es el problema.

-Deberías, Kate. Ni siquiera Nathan está molesto con nosotras, ¿por qué Max ha de estarlo?

-Sí, ¿por qué?- Jess lanzó un largo suspiro.

-No pensemos en eso. Hay algo que quiero preguntarles antes de llegar a la casa de Seev.

-Lo que quieras, Kate.

-Kelsey y Nareesha. ¿Cómo son ellas? Quiero decir, ¿son el tipo de chicas con las que cualquiera se lleva bien? ¿Creen que yo les agrade?

-Puedo decirte con toda seguridad que son increíbles- dijo Paula-. Muy divertidas, amables... como todas las mujeres, tienen sus momentos. Pero en general son increíbles.

-Y claro que les agradarás- añadió Jess.

-Eso espero. Estoy nerviosa.

Paula se rió.

-Mejor controla tus nervios. Hemos llegado.

Kate estacionó su auto detrás del de Max y bajaron.

Ante ellos había una gran casa, rodeada por un jardín verde aún más grande. Los seis caminaron hacia la puerta y Nathan se encargó de tocar el timbre.

Fue Siva quien abrió la puerta.

-Vinieron- dijo con una gran sonrisa en el rostro.

-Te dije que lo haríamos- le respondió Nathan.

-Bueno, pasen.

Blanco. Todo en el interior de la casa era blanco, con excepción de algunos muebles. Y sobre cada mesa había velas aunque no encendidas.

Siva invitó a los demás a ir a la cocina mientras él se encargaba de mostrarle la casa a Kate. Un recorrido rápido, pues la casa no era realmente tan grande como se veía por fuera, pero era muy bonita.

-Tu morada es elegante, amigo mío.

-Me alegra que te guste. La verdad es que Nareesha tiene buen gusto, la mayoría de las cosas que ves las eligió ella.

-¿Así que te controla?- Kate intentó bromear y Siva le siguió la corriente y se rió.

-Todos me lo han dicho, pero no es eso. La adoro. Estamos juntos, eso es lo que me importa. ¿Qué más da la decoración del lugar, teniendo a mi lado a la mejor mujer?

-Vas en serio con ella, ¿eh?

-No tienes idea.

-¿Cómo es? Estar loco por alguien, quiero decir. Lo he visto en otras personas, y creo que debe ser increíble.

-No sabría describir cómo se siente. Es algo especial, diferente. No se compara con nada. Tal vez no sea posible describirlo con palabras. Sólo lo sientes.

-¿Y cómo sabes que es eso lo que sientes? ¿No puedes confundir amor con cariño o simple aprecio?

Siva la miró con los ojos entrecerrados, una sonrisa se extendió lentamente por su rostro.

-¿Hay algo de lo que quieras hablar, Katie? ¿O sólo tienes curiosidad por el tema del amor?

-Sólo es curiosidad- dijo ella como si fuera algo obvio-. Además, no me preocupa. Tarde o temprano llegará la persona indicada, estoy segura. Puedo esperar.

-Me alegra que sea así. Ahora vamos a la cocina. La comida debe estar lista y a punto de servirse.- Le ofreció el brazo a Kate y ella lo tomó, Siva siempre era un caballero-. ¿Lista?

"No. Creo que en cualquier momento puedo desmayarme y darle a las novias de mis amigos una mala primera impresión", pensó ella.

-Sí, lo estoy. Vamos.

Cuando llegaron al comedor los demás ya estaban por sentarse. Tom tomó de la mano a una chica rubia, que no era Jess, y ella a su vez tomó de la mano a otra chica, una morena, y se acercaron.

-Muy bien, Katie.- Siva abrazó por detrás a la chica morena-. Te presento a Nareesha, mi novia. Linda, ella es Kate, mi mejor amiga, ¿recuerdas?

-¿Cómo no hacerlo? Si en años no has parado de hablar de ella- contestó Nareesha, luego le tendió la mano a Kate-. Qué gusto conocerte al fin.

Nareesha era muy bonita. Y tenía un cabello castaño oscuro hermoso. Estaba usando un vestido beige, le quedaba muy bien, y unos tacones altos. Todo en ella era elegancia.

-El gusto es mío, Nareesha.

Después Tom y la rubia dieron un paso al frente.

-Y ella- dijo Tom- es Kelsey, mi novia. Kels, ella es Kate. Como ya oíste, es la mejor amiga de Siva, a él le encanta presumir esa parte. Estuvo ausente durante diez años y ahora no podemos contener la euforia de que haya vuelto.

Kelsey también era muy bonita, pero de una forma distinta a Nareesha. Ella usaba un vestido naranja y tacones. Su cabello rubio le quedaba muy bien. Todo en ella, desde su postura hasta su expresión, indicaba que era una chica relajada y divertida.

Para sorpresa de Kate, Kelsey se acercó más y le dio un abrazo.

-Es un placer conocerte, Kate. Apuesto a que nos llevaremos muy bien.

-Realmente eso espero.

-Sentémonos a comer. Más les vale que amen lo que preparamos porque estuvimos toda la mañana planeándolo.

El comedor era para doce personas. Siva, Nareesha, Nathan, Pau y Max se sentaron de un lado y frente a ellos Tom, Kelsey, Jess, Kate y Jay.

La comida no estaba nada mal, y la compañía era excelente. Mientras estaban todos ahí, contando historias y riendo como si los últimos diez años no hubieran pasado, Kate se sintió como en casa nuevamente. Sintió que había válido la pena esperar. Sintió que todo volvería a ser como era antes, o mejor. Por una tarde, cualquier preocupación que pudiera haber en su cabeza se esfumó.

Volver a Verte (The WANTED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora