La Criminal. Tercera Parte.

Capítulo 39. Perros y gatos.

—¿Entonces le mentirás a Mark? -Me pregunta incrédula-

—No le mentiré Jennifer, solo no diré toda la verdad. -Hablo con mi imaginación, me relaja hablar con Jenn- Aparte eso acordamos todos.

Me estaciono al llegar al edificio, bajo con seguridad y me dirijo a su oficina. Toqué tres veces.

—¿Sí?

Me asomé. Se encuentra con dos hombres asiáticos platicando en su escritorio, espera a que hable.

—Avísame cuando estés libre, necesito hablar contigo.

Asiente con su cabeza y cierro la puerta. Me dirijo a mi oficina a organizar unas cosas mientras espero. Pasó casi una hora cuando se abrió la puerta de su oficina, salieron los hombres con los que estaba y aproveché para entrar.

—¿A qué debo tu visita Miller? -Me pregunta al prender un cigarro- Toma asiento.

Lo hice. Tomé asiento frente a él.

—Quiero decirte algo. -Digo tratando de sonar firme- Saldremos a una misión los nueve.

Arquea una ceja confundido.

—No les he asignado ninguna misión. -Me dice dudoso-

—Será una misión por aparte. -Dije al pasar saliva- Es para encontrar a Alex Vause.

—¿A Alex Vause? -Alza sus cejas con sorpresa- Esa mujer.. -Aprieta sus puños con fuerza con tal solo recordarla- ¿Cómo sabes dónde buscarla?

—Sabemos que está en Inglaterra ahora, trabaja para un ex militar ruso, queremos atraparlos. -Le expliqué-

—¿No necesitarán ayuda? -Negué a su oferta- Bien, no los detendré si se trata de agarrar a esa mujer.

—Gracias. -Me pongo de pie y comienzo a caminar a la puerta-

—_______.. -Me habla, detengo mi paso con culpabilidad y lo volteo a ver- ¿Eso es lo único que tengo que saber?

Mierda. No me hagas esto Mark.

—Sí. -Respondo y nuevamente continúo mi paso a la salida-

Eso estuvo cerca. Salgo del edifico, hoy quedamos de estar en el lugar más aterrador de todos; En la estación de policías. A las 8:00 pm acordamos de vernos ahí con los oficiales, armaríamos un plan.

8:00 pm.

—Mierda, recuérdenme por qué acepté hacer esto. -Dice Henrie al ver la estación desde afuera-

—Jamás creí venir a este lugar por voluntad propia. -Admite Liam-

—¿Y si mejor nos vamos? -Pregunta Agnes-

—Entremos. -Dije tratando de sonar convencida-

Como peces fuera del agua. Al adentrarnos, recibimos miradas de odio absoluto, todos uniformados viéndonos con desprecio.

—Todos se ven tan agradables. -Dice Max sarcástico-

—Llegaron. -Se nos acerca John al vernos- No saben el gusto que nos da recibirlos. -Dice de la forma más sarcástica posible, bufé- Síganme.

Comenzamos a seguirlo por la estación, bajamos por unas escaleras al subterráneo donde hay más cuartos, nos metemos a uno grande, donde se encuentran varios oficiales esperándonos, entre ellos; Harry, Gunner, Niall, Jake y Romero.

—Mierda ya me quiero ir. -Susurra Elle-

—Bienvenidos. -Dice Harry al llegar a estar frente a una gran mesa que nos divide- Siéntanse como en casa.