Capítulo 50. Pésimo compañero de arresto.

636 36 14
                                    

—Harry. -Dije entusiasmada con una sonrisa-

Corrí hasta sus brazos. Nos abrazamos con tanto amor. Jake se pone de pie del sofá.

—Gracias por cuidarla, Bernard. -Le dice Harry con cierta seriedad pero agradecido, Jake asiente con la cabeza-

—Fue un placer. -Me sonríe, le sonreí- Será mejor que me retire, disfruten su noche.

Me da un abrazo fugaz, se lo correspondí. Le dio la mano a Harry y fue suficiente para que se fuera.

—¿Y de qué tanto hablaban? -Pregunta Harry al escuchar el carro de Jake arrancar- Veo que se la estaban pasando bien. -Dice al ver la botella de ron afuera-

—Nos la pasábamos bien. -Admití al alzarme de hombros- Hablamos de infinidad de cosas, estuvo aquí desde temprano.

Arquea una ceja, después se relaja.

—Por fin en casa. -Me dice tranquilo, pasa a mi cocina para lavarse las manos, lo seguí- Tardé en conseguirlo pero lo logré.

—Hiciste más que suficiente.

Lo abracé por la espalda, él suelta un suspiro, como si estuviera agotado, no lo dudo. Ha de haber movido cielo, mar y tierra para que pudiese estar aquí a solas con él. Se da la media vuelta para verme a los ojos.

—Siento esto como una pesadilla, no quiero perderte.

—No lo harás. -Le digo convincente- Mark también tendrá un plan.

—Lo dudo. -Dice- El Coronel también está tras de él ahora más que nunca, está escondido.

Ambos callamos, angustiados y tensos.

—¿Puedo intentar hacerte sentir mejor? -Pregunté, él arquea una ceja, se le escapa una sonrisa-

Lo besé, me besa de vuelta. Como un rompecabezas embonamos perfectamente, como una maquina con las perfectas tuercas. Nuestras lenguas traviesas juegan con la del otro, me abraza de la cintura con fuerza, subo mis brazos para rodearle el cuello. Al primer tirón de rizo que hice pareciese que fue un botón que lo excitó al momento, me cargó soltando un gemido subiéndome a la barra. Me quita la blusa que tengo dejándome en sostén. Enrollo mis piernas en su torso y me carga hasta el sofá de la sala, aprovecho para quitarle la camisa de oficial.

—Te extrañaba tanto. -Me susurra-

Le sonreí. Proseguimos a quitarnos todas las demás prendas hasta estar desnudos. Con calma inesperada de su parte, se introduce en mi, gemimos de placer. Se mueve lento para empezar, dejándome apreciar sus facciones con cada moviendo que hace. Sube la intensidad, me poso sobre él, yo me muevo, él me agarra del trasero con fuerza, me ayuda a moverme.
Después de incontables gemidos y placer, siento a Harry terminar con un último gemido sin aire. Nos estamos abrazando, me quito de estar encima para vernos frente a frente. Lo noté un poco extraño al agachar la mirada.

—¿Todo bien? -Pregunté preocupada con mi voz jadeante, sube su mirada con sus ojos llorosos, la primera lágrima resbala de su mejilla- Hey, hey, ¿Qué pasa? -Me acerqué, creo que solo dos veces he visto a Harry llorar- ¿Pasó algo?

—Es solo que.. -Trata de hablar esforzando su garganta- Te extrañé tanto. -Se alza de hombros- Me siento tan vulnerable en estos momentos, pensar en perderte me apaga el alma.

—No me vas a perder, Harry. -Traté de sonar segura, porque eso ni yo lo sé- Saldré de esta como siempre y estaremos juntos en cuanto menos lo imagines.

—Prométemelo. -Me pide con una vocecita, como niño pequeño- Joder, me muero sin ti, te amo.

—Lo prometo. -Le doy un beso en los labios- Todo estará bien. Yo también te amo.

La Criminal. Tercera Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora