Capítulo 54. Me haces bien.

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—¡Gracias tío! -Digo entusiasmado al teléfono- Joder se nos ha pasado el tiempo, ya es muy noche. Debo dejarte dormir.

—Descuida Travis. -Me dice mi tío Chuck- Me halaga que me hayas marcado para pedirme ayuda, estoy seguro que la idea de empezar tu propio taller mecánico será el inicio de algo grande.

—Eso espero. -Dije entusiasmado- Quiero pensar en grande y poder vivir de ello sin preocupaciones y con mi pareja.

—¿Pareja? -Pregunta con asombro- No sabía que tenías novia.

—No la tengo. -Negué de inmediato- Tengo novio.

Calla unos segundos en la línea, después escucho su contagiosa carcajada. Realmente no sé cómo lo tomará.

—Lo creas o no, siempre lo supe. -Me dice- ¡Eres un pillo! Alguna vez se lo comenté a mi hermano pero casi me mata, desde ese entonces jamás le comenté algo así a tu padre.

—¿Por qué lo supusiste?

—Nunca te interesaron las niñas, ni de pequeño ni de adolescente. Después de que tus padres fallecieran y tú huyeras, sabes que Víctor se vino a vivir conmigo. Siempre supe que él sería el galán con las mujeres de los dos.

Sonreí. Estoy hablando del teléfono fijo de la cocina, cuando suena el timbre de la casa. Qué extraño, es muy tarde para que alguien venga a verme.

—Tío, tendré que marcarte otro día, alguien llama a la puerta.

—Descuida, hijo. Cuídate mucho y estamos en contacto. Te quiero.

—Y yo a ti.

Colgué. Me encaminé a la puerta tomando una chaqueta, hasta acá adentro puedo escuchar la fuerte lluvia. Abrí.

—¿Niall? -Pregunté confundido, está empapado por la lluvia quiero asumir, con su respiración agitada como si hubiera corrido mucho, con un rostro de preocupación y angustia pura-

—Víctor va rumbo al hospital. -Me dice jadeante tratando de recuperar aire- No sabemos qué sucedió pero tiene un cuchillo enterrado en la yugular, está muy grave.

Sin importarme que haya olvidado algo. Cerré de portazo y corrí con él hasta su patrulla.

Narra ______.

Cerré de portazo la habitación. Estoy en blanco. Necesito a alguien, no tengo móvil, no puedo salir. No puedo creerlo. ¡No quiero creerlo! Acaban de llevarse a Víctor en una ambulancia, lo he apuñalado. Muchas cosas en mi cabeza. Harry no sería capaz de ocultarme algo. ¡Me ama! Pero.. ¿Y si solo estuvo conmigo todo este tiempo para atrapar a Zayn? ¿Y si solo me utilizó? ¿Qué acabo de hacer?

Después de unos minutos de jaqueca con líos y dudas en mi cabeza, bajo corriendo a la sala donde me encuentro a Jake dándome la espalda, de pie asomado por la ventana. Ya la ambulancia se ha llevado a Víctor. Bajé el último escalón con fuerza a propósito para que me volteé a ver. Lo hace. Su camisa está cubierta de sangre de Víctor. Me observa con horror y confusión, pero al verme hecha un desastre con mi rostro a punto de estallar en lágrimas, camina hacia mi. Me suelto en llanto total, me ahogo en mis propias lágrimas, no me puedo contener.

—¿Qué pasa? ¿Qué pasa? -Pide al cargar literalmente de mi cuerpo, yo me dejo caer como un trapo-

Terminamos en el piso, él tratando de levantarme hasta ver que será nulo el esfuerzo. Ahora solo se sienta a mi lado abrazándome mientras lloro como magdalena. A veces lo que uno necesita, es el abrazo de un verdadero amigo. Pero es tanto mi llanto y las fuerzas con la que lo hago que se me revuelve el estómago. Lo quito y corro hasta el baño para empezar a vomitar en el retrete. Jake llega a tomar de mi cabello por detrás para que no se ensucie y sobarme la espalda para sacar todo.

La Criminal. Tercera Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora