Si las cosas ya estaban mal, estuvieron peor cuando mi jefa subió al piso en donde estaba yo y se lo encontró a ese tal Tomas con la remera desteñida, y por lo que se ve, el bocón le contó mi accidente con la lavandina.
- Lo que hiciste es gravísimo -Dijo ella mientras agarraba la remera que Tomás le había dado- Es más que gravísimo.
- Yo de verdad te digo que fue un accidente.
- Si, lo sé. No me quiero imaginar que lo hayas hecho a propósito.
Ella puso la remera de Tomás arriba de una de las mesas, que estaban en el salón de lavados del estudio. Ella se quedó observando la remera por un tiempo más en silencio.
- Voy a hablar con un amigo mío que tiene una tintorería a ver si la puede arreglar.
- Ay buenísimo.
- Vos solo quédate acá -Dijo ella mientras agarraba una campera y la remera- No falta decirte que estás suspendida hasta nuevo aviso.
Mis ojos se abrieron enormemente, y cuando iba a acotar algo ella ya se había ido, dejándome ahí en la sala sola.
Estar suspendida no era tan grave como el hecho de haber perdido mi trabajo. Sin embargo me dejó con muchas dudas acerca de el tiempo que tengo que estar suspendida.
¿Será solo por hoy? ¿Y si quedo suspendida una sola semana y me echan?No sé en qué cuánto tiempo estuve analizando esto, que no me di cuenta que había alguien en la habitación.
- ¡Hola! Te estoy hablando
El chico que le había desteñido la remera estaba enfrente mío moviendo una mano al frente de mis ojos.
- Te estoy hablando ¿Me estás escuchando?
- Si, ya te escuché -Conteste de mala gana mientras el largaba un bufido- Mira gracias a vos estoy suspendida de mi laburo, así que limpiarte el baño o el lugar en donde estés no lo voy a hacer.
Estaba sentada arriba de la mesa, desde que se había ido mi jefa no salí de ahí. Yo me pare y empecé a caminar en busca de el casillero donde había dejado mi ropa, para poder irme ya que no tengo que trabajar.
- Bueno no me importa, necesito que me hagas un favor.
- A ver ¿Que parte no entendes? -Pare de seco donde estaba y me di vuelta para enfrentarlo- Estoy suspendida, no puedo hacer nada.
No me di cuenta que el estaba muy cerca mío y pude notar que tenía un tatuaje en forma de corazón debajo de su ojo izquierdo. Tampoco había notado su color de pelo, ni lo lindo que era su rostro. Tenía un color de ojos muy oscuros, que le daban ese toque de frío a su imagen. Su nariz era demasiado envidiable, era completamente perfecta. Y esa boca...
- Solo necesito que me acompañes arriba y listo, después seguís con tu vida.
Largué un gruñido de molestia, y asentí con la cabeza.
El se dio la vuelta y empezó a caminar mientras yo le seguía el paso. Subimos en el ascensor en un silencio muy incómodo, ya que ninguno de los dos hablaba.
Se abrió el ascensor y el me guío hasta su camarín en donde tenía en la puerta escrito C.R.O.
Al entrar a la habitación, me dio un escalofrío ya que era una habitación totalmente oscura. Las ventanas estaban cubiertas de una cortina verde oscura, no dejando entrar la luz del día. Estaba alumbrada de unas luces color violeta, pero con mucho esfuerzo podías ver.- ¿Y qué onda?¿Ocultas a Drácula acá dentro que está todo oscuro?
Ese tal Tomas, alías C.R.O, no me contestó solo siguió caminando en esa habitación. El se sentó en el sillón que estaba en esa sala, y yo me quedé parada esperando a que me diga por qué quería que esté ahí.
- Y bueno ¿Que querés que haga?
En eso entro a la habitación un señor con traje y un maletín a la habitación. Lo primero que hizo fue ver a Tomás, pero rápidamente su mirada se posó más tiempo en mi, como observando por qué motivo está a ahí.
- Mariano -El señor lo miro a Tomas- Ella es la chica.
Holaa!! Espero que hayan tenido un buen finde... Gracias por las que leen está novela ❤️
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Empleada
Fanfiction"El da órdenes, yo las acató. A ver cuándo se cambian los papeles"