Después de imprimir los seis juegos de partituras para los que están en el grupo, los abrochó y les pongo el nombre de quién le pertenece cada uno. Escucho que entran a la sala en donde estoy, pero no levanto la mirada. Alguien se pone en frente mío, tapándome la luz que alumbraba la mesa en donde estaba. Levanto la mirada y era Tomás.
- No quiero hacer la entrevista.
La expresión en su cara es sería, y cuando dice aquello, su mirada es fría.
- Tomás, ya te dije que no. Creo que es la quinta vez que te lo estoy diciendo de lo que lleva el día.
- Lucía necesito que hagas lo que te estoy diciendo -Dijo el en un tono de autoridad.
Yo moví la cabeza negando su petición, y agarre mi campera y mi bolso para irme de a mí casa.
- ¿A dónde vas? -Dijo Tomás obstruyendo mi camino.
- Ya terminó mi horario de trabajo -conteste mientras seguía caminando.
- Lucía
-¿Que Tomás? -Dije mientras paraba de mala gana, y me daba la vuelta para verlo cara a cara.
- Quiero que me lleves a burger King.
- Te pido un Uber. -Dije mientras sacaba el celular y buscaba la aplicación.
- No, quiero que me lleves vos.
Me hizo una sonrisa que duró cinco segundos. Yo lo mire con mala cara.
- ¿Por qué no vas en Uber?
El largo una carcajada, y me miró sonriendo burlonamente.
- Por que quiero ir con vos. -Dijo esto y agarro su campera, mientras me tomaba del brazo y salíamos de la habitación.
°
- Hola, buenas noches ¿Que desean pedir? -Dijo la chica tras el mostrador con una sonrisa que transmitía carisma.
- Tomás ¿Que vas a pedir? -Dije con la mala gana.
- Ah sí, quiero un King de pollo francés y un King de pollo normal, también un extra burger triple, unas patitas y si puede ser una ensalada. Lo que pasa es que estoy a dieta ja ja ja -Dijo Tomás mientras la chica también largaba una carcajada- Ah para ¿Vos querés algo Lucía?
- No gracias.
- Bueno entonces es en general 1389 pesos.
Tomás saco de su billetera la tarjeta de crédito, y pago todo.
- ¿Para comer acá o para llevar?
Iba a contestar, pero Tomás me interrumpió.
- Para llevar por favor, si no la señorita se va a poner de peor humor.
Yo lo mire con mi cara más seria, y me fui a sentar en algún lugar lejos de Tomás. Vi que Tomás no me seguia, y supuse que se iba a quedar parado esperando su comida.
Me quedé analizando un poco la vida que no me di cuenta que Tomás ya estaba sentado al frente mío con dos bolsas de comida. Tampoco me di cuenta que un nene, que supuestamente aparentaba ocho años de edad, me estaba hablando.- Hola -le digo con una sonrisa y el nene me mira con unos ojos marrones inocentes.
- Hola señora, le quería pedir con mucho respeto si me podría dar plata para comprarme comida.
Estaba a punto de responder hasta que Tomás hablo por mí.
- No nene, andate de acá. No tenemos plata.
El nene agachó la mirada y se dio la vuelta para irse, yo mirando incrédula a Tomás por la barbaridad que había dicho.
- ¡¡Tomás!! -Grite bien alto con tono de reto, a tal punto que el nene volvió a mirar hacia atrás.
Yo miré a Tomás con una mirada asesina por lo que hizo, y de inmediato me pare para acercarme a el chico. Cuando estuve al frente de el, me agache y me puse a su altura.
- Espera, yo tengo plata para darte.
Dije mientras agarraba mi cartera y buscaba plata dentro de ella.
- Señora ¿Cómo conoce mi nombre? -me cuestionó mientras inclinaba su cabeza a su hombro derecho.
Yo solo reí a ese cuestionamiento, y me lleno el corazón de ternura al verlo tan indefenso y tan lindo.
- ¿Cómo te llamas?
- Thomas, pero mis amigos de dicen Thomi.
Yo le sonreí y vi que hasta en su voz había tanta pureza.
- Usted me puede decir Thomi, por qué mis amigos son los que me ayudan.
Al escuchar eso, se me llenaron los ojos de lágrimas, por qué nunca había escuchado nada tan dulce de la boca de un chico.
Yo me acerque a el y lo abracé, pero al instante me separé.- Perdón si te pongo incómodo, solo que me causas ternura.
Le di el dinero y el me sonrió, y antes de irse a hacer la fila me dio un beso en la mejilla.
Me pare y me di la vuelta, buscando con la mirada a Tomás, que ya no sé encontraba en el lugar en donde estaba antes. Me puse a recorrer todo el lugar, hasta que lo vi afuera del local con una mano en la comida y la otra fumando un cigarrillo. Salí de ahí, y me puse a lado.- Menos mal que dejaste de hacer caridad, dale que nos tenemos que ir -Dijo el mientras tiraba la cola del cigarrillo al piso.
- Tomás -Dije poniéndome al frente de el- Si vos sos de esos seres humanos que no les gusta ayudar a la gente, joya hace lo que quieras, pero adelante mío no, y no eches a las personas así como lo hiciste con el nene ese, es un ser humano, no tu perro cuando se quiere comer tu comida.
- ¿Ya terminaste?¿Nos podemos ir? -Dijo el rodando los ojos.
- No, yo con vos no voy a ningún lado.
- ¿Que decís Lucía? dale que me quiero ir a mi casa.
- Te estoy diciendo que conmigo no vas a ningún lado.
- Dale Lucía.
- Te dije que no.
- Me quiero ir a mi casa.
- ¡TE PEDIS UN UBER! -Dije gritándole en la cara- Yo con una persona como vos no quiero compartir nada, lamentablemente mi laburo es con vos, pero no quiero tener nada con vos fuera de lo extra laboral.
Al terminar de decir eso, el cambio su cara a una pícara, y puso una sonrisa en sus labios. Se acercó a mí a pasos rápidos, ya que yo me había alejado de el.
- ¿Ah no? -Dijo el quedando a centímetros de mi- Digo, por qué a mí sí me dan ganas de tener algo fuera de lo profesional.
Yo me puse nerviosa por su cercanía, y más todavía cuando agarro un mechón de mi pelo y lo puso atrás de mi oreja.
- Yyo hablababa de eh otra cosa -le dije tartamudeando- Lo interpretaste mal Tomás.
El solo negó con esa sonrisa que tenía hace un rato, y nos quedamos así, mirándonos fijamente por un rato largo. Hasta que yo corte con el contacto visual.
- Este eh yo te espero en el auto- Dije mientras me alejaba de el y iba rápido hasta el auto.
Una vez que entre largué el aire que tenía acumulado en el estómago. Todavía seguía nerviosa, y vi por el vidrio retrovisor que el seguía parado en donde estaba. Comprendí entonces que a él le estaba pasando lo mismo que a mí ¿Que fue eso?
Holaaa!!! Tal vez haga maratón de esta novela para festejar que aprobé dos parciales difíciles...
Perdón por la tardanza, y gracias por su amor a esta novela. Son re buena onda.¿Para cuándo quieren maratón?
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Empleada
Fanfiction"El da órdenes, yo las acató. A ver cuándo se cambian los papeles"