DIEZ

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-¿Vos podés creer Isabella? Me dijo que era una irresponsable con mi trabajó -Le contaba a mi amiga lo que pasó ayer a la noche a través de el teléfono- Ni siquiera me conoce.

-¿Posta te dijo eso? Que atrevida que es -Me respondió mi amiga largado una carcajada- Aparte que nunca en la vida te vio, y cuando lo hace, te critica.

- Ay si, saco lo peor de mi.

Yo hablaba con mi amiga, mientras acomodaba un par de contratos de Tomás.

- Bueno bikini, me tengo que ir. Ya sabes cómo es Nico.

Yo al escuchar ese nombre, me puse nerviosa. Largué una risita tímida y hice un sonido, asintiendo a lo que había dicho mi amiga.

- Chau Isa, nos vemos.

Ella se despidió de la misma manera, y cuando corto, yo dejé el teléfono. Mire la hora y faltaba treinta minutos para irme, aunque ya no tenía más trabajo igual iba a respetar mi horario de salida. Me pare y fui directo a dónde estaban los instrumentos, y cuando me senté en banquito del órgano, prendí el instrumento y empecé a tocar. Hace días que había escrito una canción en mi cabeza, y me encantaba tocarla. Empecé a darle a las teclas y al mismo tiempo tarareaba un poco lo que había escrito.

- Y si pido que vuelvas, y nos perdamos en el amanecer, solo un amanecer para hacer que te pierdas, rey agarrando o me voy a caer y si me voy a caer que sea entre tus piernas.

Hasta ahora era lo único que tenía, y me encantaba la letra de mi canción. Estaba tocando las teclas y en eso, escucho que alguien entra a el estudio. Me paro y voy para allá, y a la persona que me encuentro es a Mariano mirando el celular. El me mira rápidamente y se vuelve a mirar el celular.

- Luci ¿Todo bien?

Yo hice un sonido con mi boca dándole a entender que si, y el me volvió a mirar dejando su celular en el bolsillo.

- Escucha Luci, yo sé que hoy te ibas a ir temprano, pero necesito que me hagas un par de favores.

Yo al escuchar eso, cambié mi cara de felicidad a una de molestia. Uno se quiere ir antes del trabajo, pero se lo impiden.

-¿Lo puedo hacer mañana?

- No, es necesario que lo hagas hoy -Dijo el mientras se apoyaba arriba de el escritorio que había en el estudio- Tengo una lista de todas las cosas por hacer y aparte, necesito que te quedes hoy a la noche por que viene un chico que va a afinar las guitarras y no se qué más.

-¿No lo puede recibir Tomás?

Mi jefe largo un suspiro, y puso una cara de frustración.

- Tomás estaba enfermó, me llamo hoy a la mañana de que no podía estar acá.

-¿Que tiene?

- Algo de fiebre, y le falta un poco la voz. -Mariano agarró los contratos que estaban arriba de la mesa- Perdón por hacerte quedar, otro día te tomas el día, pero hoy no puede ser.

Mariano empezó a ojear uno de los contratos y miró, me hizo una señal con su cabeza que se iba y me dejó una hoja en la mesa. La hoja contenía todas las cosas que tenía que hacer.

"1) Lavar las remeras blancas con las blancas, y las negras con las negras.
2) Ir hasta el departamento de Puma y cambiar las remeras a talle XL.
3) Comprar harina, leche, huevos, esencia de vainilla, aceite y crema. De paso pasar por la carnicería y comprar un kilo de la carne más magra.
4) Mandar a planchar todas las camisas blancas para el próximo vídeo clip (La tintorería cierra a las 15 hs).
5) Buscar en la panadería una torta de chocolate para Tomás y guardarla en la cocina de el Estudio (Dársela a Marcela, que ella sabe).
6) Ir a la joyería de Avenida Córdoba 1745 y pedirle el collar que encargué. Que esté envuelto en regalo.
7) Hola Lucía, gracias por quedarte por voluntad propia y no porque Mariano te lo pidió. Jugaste con el jefe y mira ahora, que pases linda tarde."

Al leer eso último, abrí mis ojos lo máximo que pude y largué un insulto bien alto, que seguramente cualquiera que esté en este piso lo podía escuchar. Este pibe se está metiendo con fuego.

°

Yo estaba saliendo de la joyería donde tuve que retirar lo que decía en la lista. Caminé por avenida Córdoba, yendo hasta mi auto que estaba estacionado en perpendicular de la avenida. Yo estaba leyendo la lista para corroborar que no me falte nada, y sin embargo me faltaba mandar a planchar las camisas.
Me subí al auto, y justo cuando lo iba a poner en marcha, mi celular vibró, dándome a entender que me llegó un mensaje.

Tomás: Holaaa lapicerita.
Tomás: No te anoté en la lista, pero las cosas que tenés que comprar en el supermercado, es necesario que me lo traigas a casa.
Tomás: Solo déjaselo a el conserje, y que me lo suba, así seguís con tu trabajo 😉😁😂.

Yo después de leer eso, bloqueé el celular y me fui directo a el departamento de este chico.
Al llegar, me estacione en la puerta y me fui para bajarle las cosas. Justo cuando lo estaba llegando a la entrada, escucho una voz que hizo que si mi día era horrible, hoy este peor.

- Ah bueno, pero te dignaste a trabajar hoy -La novia de el cantante apareció atrás mío, con las manos dentro de su campera y con una sonrisa de burla en su cara.

Yo asentí, y la ignoré. El señor que estaba ahí en el edificio, se acercó a mí y con una sonrisa me atendió agarrando las bolsas. Yo me despedí y cuando me estaba yendo, su voz me volvió a despedir.

- Tomi nunca me dijo que eras tan maleducada.

Yo gire mi cabeza y la mire de arriba-abajo, y sacudí mi cabeza riéndome suavemente. Seguí mi camino y fui directo al auto, para dirigirme al estudio.

Empleada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora