DOCE

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Yo abracé a Nicolás, y cuando me separé, el me miró tan fijo que me pude nerviosa y aparte, me puse colorada. El me intimidaba mucho, y más cuando me miraba así.

- Nos vemos Luci -el agarro mis manos y entrelazó nuestros dedos, para después darme un beso- Chau Tomás, espero que te quedes conforme con mi servicio.

Yo miré sobre mis hombros a Tomás y el sonrió irónicamente y no solo eso, sino que también giro los ojos.

- Muchas gracias por todo Nico.

Dicho esto, el abrió la puerta del edificio y salió de ahí perdiéndose de mi vista. Cuando me giro, me encuentro a un Tomás con una cara seria. Pero más que sería, enojada.
Yo largué un suspiro y me encamine para el estudio de Tomás, donde había dejado mis cosas.

-¿Me vas a responder lo que te pregunte arriba? -Tomas me cuestiono, mientras se ponía a la par mío para llamar al ascensor.

Yo lo mire y le puse una cara de traste, ya que en todo momento a Nico lo trato horrible.

- No.

Trate de sonar lo más seca posible, cosa que me salía re fácil con Tomás, por que todo lo que hacía o decía sacaba lo peor de mi.

- Ay que mal humor -Dijo el mientras entramos al ascensor- Con Nico no estabas así.

Yo volví a suspirar y me quedé callada hasta que llegamos a nuestro piso. Se abrieron las puertas y me fui directo a agarrar mis cosas para irme.

- Lucía escúchame ¿Mandaste a lavar mi ropa?

Yo asentí mientras me ponía mi campera, ya que a pesar de ser primavera estaba un poco fresco.

-¿Y la torta la llevaste abajo? -Yo lo volví a mirar y volví a asentir- ¿Me podés contestar?

Yo largué un gruñido de frustración.

- Si Tomi, hice todo lo que vos me dejaste en la lista.

Lo dije en tono irónico, y eso hizo calentar a Tomás.

- Bueno flaca, menos mal que hiciste el trabajo.

Yo al escuchar eso, largué una risa falsa y negué con la cabeza sin poder creer lo que decía este chico.

- Hasta mañana.

Estaba a punto de salir cuando el me agarra del brazo, y me detiene. Eso fue un grave error, ya que hizo que me tropezará y quedará pegada a su cuerpo. Subí la mirada y vi que el también me miraba, y por unos segundos pensé que verlo de acá, era realmente hermoso. Tenía un rostro muy peculiar, unos ojos tan profundos qué tal vez podían verme hasta lo más profundo de mi. Unos labios carnosos y húmedos, que con solo verlos hacían desaparecer mi enojo y me daban ganas de chaparlos.

- Lucía -Dice Tomás en susurró, cosa que yo hago un ruidito con la boca haciéndole entender que siga hablando- Dejaste mi ropa alla, sin lavar.

Todo el momento lindo se esfumó, y mi Lucía enojada volvió a aparecer. Me separé bruscamente de el, y largué un gruñido de furia.

- Solo una cosa no hice, por qué me olvidé -Dije mientras me acomodaba la mochila- Todo por qué vos estabas enferm... ¿Vos no estabas enfermo?

Tomás abre los ojos, y me da una risita de burla. Luego se gira y se sienta en la silla que estaba en el estudio. Yo me acerco a el para esperar su respuesta.

- Si, pero ya me mejore. Muchas gracias por preguntar empleadita.

Yo lo mire con bronca y realmente no podía creer que el, todo el día estuvo bien y solo por placer me hizo trabajar.

- Sos insoportable.

El se rió y se puso de pie, para luego agarrar una botella de cerveza que había en la heladera del estudio.

- Empezamos de nuevo -Dijo el mientras abría la cerveza- Que soy un caprichoso, un malcriado, un egoísta, ahora soy un insoportable... ¿Algo más?

- Si, sos un pelotudo.

Tomás se empezó a reír, y en un movimiento, se le safo la cerveza de la mano y calló en el piso haciéndome un leve corte en el tobillo. Yo grite del dolor, y me agaché para cubrir con mis manos el tobillo que estaba sangrando.

- Lucía... -Tomas se quedó estático en el lugar donde estaba, con la cara asustada.

Yo me pare y fui hacia mi cartera que tenía pañuelitos y me limpie con uno la sangre que salía. El corte era mínimo pero necesitaba que me cosieran por qué era profunda. Levántate mi vista cuando empecé a escuchar una respiracion entrecortada, y era Tomás que estaba apoyado en la pared mientras miraba mi herida. En un momento el se sentó en el piso y empezó a llorar acompañado de unos leves gritos. Yo me acerque a el, y le tome la cara con mis manos.

- Tomi escúchame -Le hablaba muy cerca- mírame Tomás.

Yo lo llamaba y el no me miraba, estaba mirando el piso mientras lloraba desesperado y respiraba mal.

- Tomi -Le tomé la cara con las manos y eso hizo que me mirará- Escúchame ¿si? Respira hondo.

El nego con la cabeza y se empezó a desesperar ya que no le entraba aire en los pulmones. Agarre una mano de el, y la lleve a mi corazon. El al tener contacto con mi corazón, me volvió a mirar.

- Ya está Tomi, fue un accidente, no tenés la culpa -Le decía mientras el seguía respirando mal- Vos no hiciste nada malo.

Yo intenté pararme para agarrar un vaso de agua pero la mano de el me detuvo. El volvió a poner su mano en mi corazón, y hizo presión ahí, cosa que me causo un cosquilleo en la panza.

A los minutos el se fue tranquilizando, y empezó a tener la respiración normal. Cuando empezó a respirar bien, se tiro para adelante y con sus brazos me rodeo la cintura, dándome un abrazo fuerte.

Yo le correspondí el abrazo, mientras subía una mano a su cabeza y le hacía caricias en el pelo.

- Perdón Lucía.

Dijo el en susurró sobre mi cuello y eso hizo que volviera a tener un cosquilleo en la panza.







Perdón por la tardanza ah. Estoy muy ocupada y quiero que sepan que está por volverse piola la novela.

Gracias por el amor que le dan a esta novela. Posta, no saben lo que es para mí.
Les ame a todes ❤️❤️❤️❤️

Empleada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora