El cuerpo de Minhyuk tocó la superficie acolchonada de la cama; Jooheon mantenía sus labios unidos y su cuerpo se posó sobre el suyo con sumo cuidado. El menor llevó sus temblorosas manos a la ancha espalda de Jooheon, sosteniendose torpemente de él mientras sus piernas temblaban levemente.
Se separaron un momento y Jooheon pudo apreciar esos brillosos ojos llenos de lujuria y amor; sus rojizos labios brillaban cual fruto prohibido y sus mejillas ardían más que el infierno. Lee Minhyuk era más que una obra de arte tallada por un mismo Dios, él era una reliquia, una única e inigualable.
─Ho-honnie─ jadeó con deseo. El castaño sonrió con cariño y acunó las calientes mejillas del menor, dejando un rápido beso en sus labios y frotando su pelvis contra la de Minhyuk.
El rubio soltó un ahogado gemido, sus ojitos se cerraron por la vergüenza de tener un momento tan íntimo con Jooheon y cubrió sus labios, pero éste sólo quitó sus pálidas y temblorosas manos, comenzando a besar la nivea piel del cuello de Minhyuk. Movió suavemente sus caderas comenzando a estimular sus despiertos miembros, mientras se permitía admirar la hermosura de chico que estaba debajo de él.
─Eres hermoso, cariño... Simplemente tan bello para mis ojos─ le susurró Jooheon en su oído. Minhyuk mordió su labio inferior y levantó sus caderas para sentir el bulto del mayor tan cerca del suyo, tan palpitante y notable.
Lee no dejó de susurrarle al oido todo lo que Min era para él, cada palabra estremeció el sudoroso cuerpo del menor. Cada roce, cada movimiento, cada suspiro y jadeo, todo lo estaba llevando a la cima del mundo. Poco a poco Jooheon quitó el ancho suéter de su delgado cuerpo, sus gruesos labios besaron su torso desnudo y succionaron con delicadeza esos rosaditos pezones.
Minhyuk se retorció debajo de Jooheon y soltó un débil gemido, comenzando a querer más de su novio, quería sentir a Jooheon quería poder morir y recordar esa sensación de su primera vez; mejor aún, siendo con el amor de su vida.
Sin darse cuenta sus cuerpos estaban desnudos y mojados, las largas piernas del menor rodeaban la cintura de Jooheon mientras éste mojaba sus propios dedos con su saliva y el pre semen que había salido de su chico; Minhyuk lo miró asustado al no saber qué hacer y dudo mucho en preguntar, no quería ser un inútil frente a Lee.
─Cariño, seré lento contigo, no quiero lastimarte─ le dijo Jooheon─ si te duele, por favor dímelo y me detendré ¿está bien? No quiero dejarte lastimado por ser un bruto.
─No-no pasa nada, Honnie... no me dolerá─ o eso creía él. En realidad no sabía qué sensación era tener un miembro entre sus muslos, jamás lo había experimentado, pero estaba feliz de qué Jooheon fuese esa primera vez.
Uno de los largos dedos de Jooheon entró en su estrecha y caliente abertura; Minhyuk jadeó por la incomodidad de sentir aquella intromisión pero no dijo nada y cerró sus llorosos ojitos para no delatar que se sentía extraño eso.
─¿Estás bien, Minnie?─ el rubio asintió a su pregunta. Un segundo dedo entró y no pudo contener el gemido que desde el interior de su estómago salió. Comenzaba a sentirse bien, tener esos dígitos moviéndose y expandiendo su entrada comenzaba a sentirse tan bien.
Min meneó su cadera y se auto penetró con los dedos de su amado; los labios de Jooheon buscaron los suyos y el movimiento de su mano fue más rápido. Jooheon se sintió en la gloria al sentir los amortiguados gemidos del rubio contra sus labios.
Sus dedos salieron y soltó una risita al ver la cara enojada de su pequeño.
─Tranquilo, mi amor. Todo a su tiempo─ le calmó dando una suave nalgada al menor. Con sus dedos mojados frotó su pene y lubricó su extensión para hacer las cosas con tranquilidad. Minhyuk sólo miró con deseo y excitación aquella imagen tan seductora de Joo tocándose a sí mismo─¿Estás listo?─ Minhyuk asintió decidido.
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𝙏𝘼𝙇 𝘾𝙊𝙈𝙊 𝙎𝙊𝙔 𝘼𝙈𝘼𝙈𝙀 ─ joohyuk.
Fanfic"¿Cómo podría gustarme él? no tiene nada que pueda darme" [Minhyuk, un chico amistoso y lleno de amor; hijo mayor de una familia unida y humilde, y enamorado pérdidamente de Jooheon, un chico millonario y además, el causante de aquel terrible dolor...