Capítulo X

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—Dei, voy a encontrarme con Konan ahora, y volveré como, en dos horas, tal vez, tres máximo. —Sakura avisó mientras guardaba todo lo necesario en su cartera.

Deidara, quien estaba en la habitación de invitados con Sasori en una competencia para demostrar cuál era el verdadero arte o algo así, asintió sin desviar la mirada de su arcilla.

—¿No piensan contarles a los demás sobre su boda? —Sasori preguntó mirándolos curioso. Y antes de que Sakura pueda decir algo, Deidara habló.

—Lo íbamos a hacer, sí. Pero alguien perdió su anillo, y no pensaremos en nada hasta que lo tenga de vuelta, hn. —él dijo, y en sus palabras se podía escuchar lo enojado(¿o decepcionado?) que estaba.

—¿En serio? —Sasori miró divertido a la única mujer presente, quien estaba con los brazos cruzados mirando a algún lugar en la pared.

—No fue así. Estaba regando las plantas del jardín  y se me cayó.

—O sea, sí, lo perdiste. —Deidara resumió.

—¡Fue un accidente! Como sea, los veo luego chicos. —la pelirrosa se despidió y salió con pasos pesados.

—¿Qué hiciste, mocoso? —Sasori fulminó con la mirada a Deidara, quien lo miró confundido.

—No sé de qué hablas, hn.

—No juegues conmigo. Sakura no es una persona despistada, no pudo haber perdido el anillo tan fácil. —Sasori presionó y Deidara se estaba poniendo nervioso. —¿Qué hiciste? —entonces el rubio se rindió y suspiró.

—Perdí su anillo. —cuando Sasori levantó una ceja, confundido por la declaración, él continuó. —Cuando Sakura lavó los platos, se le resbaló el anillo. Lo ví y lo agarré para dárselo de vuelta, pero se me cayó en el... agujero que tiene, olvidé el nombre, hn.

—Entonces cuando vino del patio aprovechaste la oportunidad y la culpaste. Eres un idiota, mocoso. Y a lo que te refieres, ese agujero es el agujero del desagüe, estúpido. —Sasori dijo y luego siguió con su arte.

•••

—Entonces, ¿cuándo se casarán tú y Deidara? —Konan preguntó mientras bebía su té. Ella y Sakura estaban en su confitería favorita, Dulceus.

—Probablemente cuando Dei deje de comprar animales. —la respuesta de la pelirrosa fue acompañada por un suspiro.

—¿Oh? ¿Qué animales tienes? —la peliazul arqueó una ceja, curiosa. La Haruno dejó su propio té y empezó a contar con los dedos.

—Veamos: babosas, una serpiente, una paloma, un perro, arañas y, creo que esos son todos.

—¿Y por qué todavía no abren un zoológico? —la mayor bromeó.

—Gracias, pero paso. Aún quiero tener privacidad. —Sakura tranquilamente bebió su té, Konan bufó.

•••

Al llegar a su casa, Sakura quería llorar. Porque lo primero que vio al pasar por el pasillo fue una pecera con peces en un mueble de la sala.

—¡Deidaraaaa! —ella gritó irritada, ahora realmente podían abrir un zoológico. Cuando se acercó, Sakura murmuró para sí misma. —Pescados blancos. ¿Siquiera existen? ¿Qué tiene él con el blanco?"

Pero también, había una nota y una pequeña cajita. La nota decía:

¡Lo siento, sí! Yo perdí tu anillo.
Y en forma de recompensar eso, ¡te compre peces, sí! Espero me perdones, sí.❤️

Posdata: abre la caja.

Con amor y explosión,
Deidara.

Ella abrió la cajita, y dentro encontró un papel doblado. Era otra nota.

Tu anillo se cayó en el desagüe.
¡Así que aquí hay otro!
Espero esto lo compense, sí.

Y como prometía la nota, dentro había otro anillo. Era hermoso. Sin dudarlo, Sakura se lo puso.

Entonces fue a la habitación de invitados, donde sabía que estaría Deidara.

Y así como lo predijo, ahí estaba él, acostado en la cama amasando arcilla. Cuando entró la miró y rápidamente se sentó.

—¡Lo siento, sí! ¡Fue un accidente, y yo no quería tratarte as-! —ella puso una mano en su hombro y le sonrió.

—Ey, tranquilo. No estoy enojada.

—¿En serio? —Deidara preguntó incrédulo.

—Claro, igual te amo. —Sakura le dió un tierno pero corto beso en los labios y lo abrazó. —Solo, deja de comprar animales por favor. Y olvídate del blanco.  —Deidara rió ante la última frase.

—Si fueses más detallista, verías que los peces son blanco grisáceo, hn. —él corrigió.

—¡Es lo mismo! —Sakura lo abrazó más fuerte.

•••

¿Sabían que no actualizo solo porque cuando llego a mi casa duermo hasta la noche? Es un dato muy curioso¿

Sé más detallista | NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora