ᴡᴇ ᴍusᴛ ᴄʟᴇᴀɴ! ❃TaeKook❃ Omegaverse

❃; Cuatro

JungKook caminó por su sala recogiendo las cosas que estaban tiradas principalmente alrededor del alfa, quien seguía durmiendo y babeando.

Miró el reloj y suspiró; faltaban cinco minutos para las siete, TaeHyung debía irse de una vez por todas, aunque la idea de estar sin el alfa le entristeció de inmediato, tal vez la noche no fue como esperaba pero definitivamente se sentía satisfecho con sentir la cercanía del mayor.

Se acercó lentamente comenzando a reírse por las muecas raras que hacía TaeHyung entre sueños, ladeó su cabeza y lo sacudió levemente ganándose un gruñido.

Su reacción fue soltarlo de inmediato pero luego negó con la cabeza y lo volvió a sacudir, esta vez devolviéndole el gruñido.

Sus mejillas se pusieron rojas cuando el alfa abrió los ojos y lo miró directamente como un impulso.

—B-buenos días—susurró bajando la mirada al sentirse intimidado—siento despertarte pero es tarde y tú debes volver a casa.

—Vivo al lado, pudiste dejarme unos minutos más—se quejó dando un bostezo.

JungKook volteó los ojos y en cuanto TaeHyung se puso de pie recogió algunas palomitas que habían en el piso.

—¿Quieres acompañarme?—preguntó desde el baño.

—¿Qué?—la idea de conocer al padre del mayor lo asustaba, a pesar de que había oído cosas muy buenas sobre él.

—Si, papá quiere conocer a mi futuro omega lo antes posible, así que podríamos recibirlo juntos.

JungKook sonrió al oír lo que dijo, sería su futuro omega, así como él sería su alfa. Cubrió su rostro con las manos sintiéndose avergonzado.

—Está bien—aceptó cuando TaeHyung salió con ropa limpia y el rostro mojado, dejando su bolso a un lado.

—Tengo hambre—soltó mientras olfateaba—¿hay comida?

El castaño asintió riendo—Mamá está haciendo el desayuno.

Fueron hasta la cocina donde la omega se encontraba acomodando la mesa.

—¡Despertaron!—exclamó contenta—siéntense.

Hicieron lo que se les pidió y comenzaron a comer respondiendo algunas preguntas de la mujer que se moría por saber los detalles de su pequeña pijamada.

—Mamá, ¿puedo acompañar a Tae?

Ella asintió mientras masticaba.

Las mejillas del menor se pusieron rojas cuando sintió unos dedos rozar su mano, bajó la mirada inmediatamente y luego observó al alfa, lo miraba fijamente y con cariño.

Suspiró sintiéndose tranquilo al unir sus manos bajo la mesa.

La mujer omega alzó una ceja ante la imagen que tenía en frente, ¿no se daban cuenta que la mesa era de vidrio?

JungKook se puso de pie al acabar y llevó su plato al fregadero junto con el de su mamá, quien había ido a despertar a su esposo.

—Hyung, ¿ya acabaste?

—Si—llevó el plato y lo puso a un lado esperando pacientemente a que el menor lo lavara.

Cosa que no ocurrió.

JungKook dejó ambos platos limpios a un lado y se alejó un poco para permitirle a TaeHyung lavar el suyo.

—¿Pasa algo?—preguntó al verlo en la misma posición.

—Estoy esperando a que termines con el mío—le sonrió.

—Mi casa, mis reglas—dijo señalándolo—cuando acabes con tu plato ve a la sala para irnos.