Capítulo 3. Hay que mantenerlo en secreto

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Donald estaba tenso. Muy tenso, no había visto a su tío en años, no desde que Della... no, no podía pensar en eso. Necesitaba un lugar en el que dejar los niños mientras él iba a su entrevista de trabajo. Y aunque no le gustaba la idea, sabía que llevarlos a casa de su tío era... la única opción, al fin y al cabo, se lo debía después de lo que pasó con su hermana, solo esperaba poder dejar a los niños antes de que el rico pato volviera de su oficina, porqué sí, Donald sabía que muy probablemente Scrooge estaba en su oficina en esos momentos. Tenía que darse prisa e ir a la entrevista.

Pensando en esa entrevista, si Donald conseguía un empleo podría devolver todos los préstamos que se había visto obligado a pedir para sacar adelante a sus chicos. Los niños... a ellos no les había dicho nada de su difícil situación económica, aunque sabía que sus sobrinos no eran tontos, y se daban perfectamente cuenta de la situación, especialmente Huey, aunque no era el único. Donald imaginaba que tanto Dewey como Louie sabían que la dificultad que tenía su tío para mantener un empleo afectaba seriamente a los ingresos financieros del pato marinero, lo que repercutía directamente en su estabilidad económica.

Era muy probable que los tres supieran que, si su tío no era capaz de sacarlos adelante, las autoridades intervendrían y probablemente los separarían, algo que Donald no estaba dispuesto a permitir que sucediera.

Conduciendo por las calles de Duckburg, Donald pasó por delante de la casa que había alquilado justo después de dejar la mansión de Scrooge. El pato marinero siempre había querido vivir en un bote, pero cuando se marchó, con los tres huevos de su hermana, desestimó la idea de vivir en un bote, ya que imagino que para tres niños lo mejor, y más seguro, era vivir en una casa y no en una embarcación, con el riesgo de caer en el agua y ahogarse. Por eso había alquilado esa casa, por los hijos de Della, y estaba decidido a vivir allí toda su vida si era preciso, pero todo cambió la noche que Poe le atacó.

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Flashback

Después de descubrir lo que le pasó a su hermana, Donald estaba destrozado. Della se había ido, desaparecida, puede que para siempre. Su tío Scrooge, había iniciado una operación desesperada de búsqueda de Della, pero fue inútil, no había rastro de ella, y muchas naves se perdieron en la búsqueda.

Donald sabía que su tío estaba invirtiendo en ello gran parte de su fortuna... casi toda ella en realidad, pero eso no hizo nada para apaciguar la rabia que el pato marinero sentía por su tío en esos momentos, y le hizo preguntarse también si Scrooge haría lo mismo si hubiera sido él el que se hubiera perdido en el espacio. Porqué sí, a veces Donald sentía que su tío quería más a Della que a él.

La forma en que se comportaba en esos momentos no hacía más que acrecentar esa idea. Pues Scrooge parecía tener la mente puesta únicamente en encontrar a Della. No parecía existir nadie más a su alrededor, lo que hacía que el pato más joven se sintiera abandonado, y sentía también que los tres huevos de Della, sus sobrinos, tampoco merecían el tiempo y la atención del rico pato.

Bajo esas circunstancias, Donald tomó la firme decisión de abandonar la mansión, no quería que a sus sobrinos les pasara lo mismo que a su madre, y el único modo de evitar eso era alejarse del responsable de toda esa situación, el Tío Scrooge. Sí, si su tío no hubiese construido ese cohete en secreto, Della no lo habría tomado a escondidas y no habría emprendido ese viaje tan peligroso justo cuando iba a ser madre.

Pensando en lo que hizo Della, Donald se dio cuenta de que también estaba furioso con su hermana gemela. ¿Por qué por una vez su hermana no pudo hacerle caso? Ahora, entre ella y su tío, habían condenado a tres inocentes niños a ser huérfanos, no era justo. Y ya que nadie parecía querer darse cuenta de que esos patitos necesitaban a alguien que les cuidara, Donald decidió que él sería el que los criara. Ya que no parecía haber nadie más dispuesto a ello, Donald iba a estar allí por ellos, iba a verlos nacer, los cuidaría y criaría como si fueran sus hijos, y por encima de todo, los mantendría alejados de Scrooge y a oscuras de su relación familiar con él. No permitiría que sus sobrinos se vieran involucrados con ese pato que anteponía la aventura a todo lo demás.

Un gran poder conlleva... muchos problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora