Te quiero solo para mi

Capitulo 6: ¿Eres tú?

En mis sueños reinaba una oscuridad densa que me estaba ahogando, aquella oscuridad fue reemplazada poco a poco por pixeles que se enfocaban cada vez más, dejándome ver una sala pulcra con unas paredes color crema que hacían contraste con varios muebles oscuros. Con pasos lentos me fui adentrando al lugar que parecía un hogar y poco a poco se estaban construyendo pequeños objetos encima de unas mesas, tome el primer objeto. Era una fotografía, salía yo sonriendo y abrazando a alguien pero no se veía su rostro, estaba desenfocado, como si la cámara solo hubiese enfocado mi rostro.

Deje la fotografía y me di cuenta que había muchas más con la misma temática, yo sonriendo abrazando a otra persona pero el rostro de esa persona no se veía. Era un hombre, por la forma de sus brazos y su contextura. Di un giro y me di cuenta que había un pasillo un poco extenso, escuchaba voces en susurro que fueron aumentando a medida que me iba acercando al final.

Una luz me cegó por unos segundos. Era un foco. Me di cuenta que había entrado a una pequeña y acogedora cocina, con gabinetes oscuros y electrodomésticos nuevos. Había una hermosa encimera y un hombre estaba de espaldas a mí. Me acerque con sigilo pero mis pisadas no fueron tan silenciosas, una pequeña madera del piso chillo al pisarla, eso alerto el hombre

-No sabía que habías llegado, dulzura.

El hombre tenía una voz gruesa que podría intimidar a cualquiera. Mi vista aún estaba fija en aquel pedazo de madera que me había delatado.

-¿Por qué no quieres mirarme?-el hombre pregunto con algo de enojo

Mi cuerpo estaba reaccionando a todo lo que decía, mi respiración estaba un poco agitada y mi cuerpo estaba paralizado. Estaba asustada y no sabía por qué, mi cuerpo demandaba que huyera pero mis pies estaban anclados al piso. Por fin tuve el valor de levantar mi rostro hacia el hombre que hablaba. Solté un grito mientras que retrocedía con temor tumbando varios objetos.

Era el hombre del pasamontañas.

El hombre me estaba mirándome pero no sabía distinguir sus ojos, estaba sosteniendo un cuchillo con su mano derecha mientras que con la otra se apoyaba en la encimera

-Cariño, hiciste un desastre. Creo que debo controlarte

Caminó con el cuchillo en la mano hacia mí. Pude controlar mi cuerpo en ese momento, mis piernas se movieron con rapidez comenzando a correr por el pasillo que se hacía cada vez más largo, cada segundo volteaba y aun el hombre con el pasamontañas me estaba persiguiendo.

Llegue al final del pasillo y vi unas escaleras, tome la baranda y me impulse. Solté un chillido cuando unas manos se posaron en mi cabello y me dieron un tirón que me hizo caer al suelo. Mi cuero cabelludo estaba ardiendo, podría jurar que había perdido unos cuantos mechones. Un cuerpo pesado se colocó encima de mí y mi cara empezó a dolerme cuando unos cuantos puños impactaron en mi rostro.

-Sabes que haces las cosas mal-un puño impacto a mi pómulo-Sabes que esta es la única manera en la que te puedo corregir. Es tu culpa ¿lo entiendes?

Como pude di un asentimiento y los golpes cesaron. Tome ese pase de salida y di un rasguño para sacarlo de encima, pero sus piernas me apresaron mucho más dejándome presa de su cuerpo.

-Cometiste un error, dulzura

Me di cuenta muy tarde que había tomado el cuchillo y me lo clavo cerca de mi costillas. Mi respiración era cada vez más débil y podía sentir como la sangre salía como cascada de mi cuerpo que se estaba volviendo cada vez más débil.

-Eres muy terca

La voz del hombre se estaba distorsionando más y más. Mis ojos se sentían pesados y mis parpados estaban a punto de cerrarse. Con un desenfoque que parecía de una cámara, pude ver como aquel hombre que me había clavado el cuchillo se quitó el pasamontañas y su rostro se acercó al mío. Solo pude ver unos ojos oscuros antes de que mis ojos se cerraran por completo.