Te quiero solo para mi

Capítulo 26: Hiroshima

Si sufren del corazón busquen prevención porque este capitulo les dará mucho infartos.

No olviden votar y comentar cada parte que les encanto de las historias, recuerden que siempre los estoy leyendo y muchas veces respondiendo.

Ahora si, busquen su bombona de oxigeno.

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Mi cuerpo se siente pesado, al igual que mi mente, todo en este momento me pesa, sobretodo la culpa. Muller se queda allí viéndome como si fuese una estatua sin decir una palabra más. Muerto. La única persona que quizás pueda darme más respuesta está muerta.

¿Yo tuve algo que ver en eso?

Mi conciencia comienza a cuestionarme mientras miro al hombre con porte de militar sentado al frente de mí. Los recuerdos que tengo en mi cabeza no señalan alguna persona importante en mi vida, Muller me relata a alguien que para mí no existió, que para mí no formaba parte de mi vida ¿Por qué no lo recuerdo?

-Debes decirme más-hablo con desesperación intentando obtener mas información

-Creo que hable suficiente -hace un ademan de levantarse

-¿Cuánto quieres?-tomo su mano antes de que se levante-dime una cantidad

-No quiero tu dinero, linda

-Necesito respuestas-casi lloriqueo-escucha-pido con la mirada que vuelva a su puesto y lo hace-creo que una gran parte de mi vida no la recuerdo y no sé por qué

-Creo que si sabes-me inspecciona como un agente de seguridad en un aeropuerto

Se a lo que se refiere y odio el hecho de que conozca muchas cosas de mí y yo nada de él, me pone en desventaja.

-En psicología se llama amnesia disociativa - digo-es cuando se vive una situación traumática y tu mente te protege de malos recuerdos

-¿Y por qué quieres revivir esa situación traumática?-pregunta curioso

-Porque debo entenderme para resolver toda esta mierda que me está pasando

-Escuche que tienes una psicóloga-me sonríe de costado

-No me recibirá

-no estas conectando bien los puntos, linda-niega

-Entonces dame más pistas

-Creo que fue todo por hoy-se levanta rápidamente-me gusta tu compañía así que estaré escribiéndote para volvernos a juntar

Espera a que yo me levante y lo hago, saco de mi bolsillo un par de billetes que dan para pagar la cuenta y una buena propina.

-Un trato es un trato-hablo tirando los billetes a la mesa y sin insistir en que me dé más información me junto con él a un lado de la grasienta mesa

Confiando en su palabra nos movemos hasta la salida del restaurante, me paro en seco cuando veo el mismo auto que me trajo bien estacionado y esperando a que me suba.

-No hago las cosas descuidadas- susurra -soy meticuloso y si digo que tendremos otra reunión lo tendremos

Asiento sin decir una palabra

-Te están vigilando-me da un pequeño empujón en la espalda, animándome a caminar-así que cuídate

Dejo de sentir su mano pero no volteo solo sigo mi camino hasta el sedán aparcado. Me subo y el conductor de antes me recibe con una sonrisa, sin decirle nada conduce de regreso. Dejo atrás el pequeño pueblo pintoresco, las casas estilo granja y los prados verdes para volver a ver las casas pequeñas de cuidad y montones de edificios de apartamento o ejecutivos al igual que pequeñas zonas verdes.