¿Qué sucedería?

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Capítulo 17

Hailey

Cuando abro los ojos no puedo evitar sentir un terrible pinchazo en mi cabeza. Me siento algo mareada y confundida. Mi boca está pastosa y ácida.

No sé donde estoy no reconozco este lugar, y ese hecho comienza hacerme sentir nerviosa. Miro hacia todos lados confundida, y después me fijo en lo que llevo puesto. Una simple camiseta, nada más. Confirmo que mis bragas sigan en el mismo lugar, y sí, siguen en mi cuerpo.

No me gusta esta sensación, odio no poder recordar lo que pasó, porqué estoy aquí y así, pero odio aún más el hecho de que esto ya lo viví, en otros lugares, en otros momentos y etapas de mi vida, una etapa que creí cerrada, pero parece que quiere volver a mí con fuerza.

La puerta de la habitación se abre de golpe y yo me asusto. Tiro de las sábanas lo más arriba posible, tratando de tapar al máximo mi cuerpo. Pero pronto la calma vuelve a apoderarse de mí cuando descubre que esa persona es Jake.

— Vaya, por fin estás despierta— en su mano lleva un café y una bolsita pequeña, ambas cosas tienen el logo de la franquicia Starbucks— esto es para ti— dice acercándose a mí y depositando el café en la pequeña mesita que se encuentra al lado de la cama— sé por una buena fuente que amas los muffins, así que te cogí uno.

Me sonrojo ante el gesto que Jake ha tenido conmigo, lo atento que se muestra, y que no me haga preguntas acerca de porqué estoy aquí, y así.

—Gracias— digo avergonzada antes de pegarle un gran sorbo al café.

—De nada— me guiña un ojo y pronto dirige su vista hacia su teléfono.

Su ceño se frunce ligeramente, teclea rápido y lo vuelve a guardar. Cuando me mira de nuevo su rostro se muestra más tranquilo, e incluso me dedica una pequeña sonrisa.

—¿Te acuerdas de algo de lo de ayer? — pregunta.

Trago el muffin y lo miro avergonzada. No, por desgracia no me acuerdo de nada, y esta sensación es algo terrible.

—No..., y créeme que no me siento muy orgullosa de ello...

Jake se pone serio de golpe.

—Pues bebiste demasiado, y tuviste problemas con un imbécil, y acabaste potándole encima.

Mi boca se abre de par en par y Jake sonríe de nuevo.

—Te ayude a limpiarte, y nada más.

Muerdo mi labio.

—¿Dije algo? Ya sabes, ¿algo malo?

Él niega.

—No, sólo dijiste cosas muy buenas

—¿Qué dije? — pregunto nerviosa.

Jake sonríe pero no dice nada más, y aunque le sigo preguntando no responde a mis preguntas.

No sé lo que le pude decir, que pudo ocurrir, pero tengo miedo. Miedo de que las cosas cambien aún más. Ya me había hecho a la idea de que por mucho que pasase Jake y yo no podíamos aspirar a más que un intento de trato cordial. Pero hoy, la forma que tiene de hablarme, el detalle de cuidarme ayer, y lo del desayuno, me confunde por completo.

— ¿Hailey puedo preguntarte algo?

Dejo de darle vueltas a la cabeza y me centro en él. Parece nervioso, su mano frota su cabello y lo despeina en el proceso. Trago saliva y asiento.

— ¿Hay algo entre tú y Zack? A ver, se que él tiene interés en ti, pero por tu parte, no logro entender que sucede...

Muevo la cabeza de forma negativa.

Tratando de no caer, por ti [Libro 3 Trilogía Cayendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora