Capítulo VII: El despertar

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La pradera se vuelve un tanto frondosa, dando entender que están entrando en una zona peligrosa. La joven ___ no se ha quejado en ningún momento, ya está acostumbrada a tener este tipo de caminatas. Pero el sitio no le inspiraba confianza y más teniendo al lado a Smoker. El hombre puede aprovechar en cualquier momento de atacarla o llevarla a una trampa. Aunque debe fiarse, ya que es un Mändra. Un Elegido que puede traicionar a uno de los suyos o a ella. Suspira levemente, llevando las manos hacia atrás, a su cabeza, con un aire de indiferencia absoluta. En cambio, Smoker está algo nervioso. Quiere atraparla y llevarla ante la justicia, pero su consciencia le pide que la proteja. Se maldice así mismo por ser elegido por su antepasado.

Él se detiene en seco, haciendo que la chica se choque contra él. ___ le mira un tanto confusa, no sabiendo el porqué se detuvo. Asoma un poco la cabeza para ver que es lo que está pasando, y se sorprende al encontrarse a unos perros un tanto extraños. Tienen como protuberancias en sus espaldas y con dos colas. ¿Se podría decir que es una mutación? No está claro, pero Smoker se pone en posición de ataque por si esas criaturas intentan atacarles. No parecen mostrar agresividad alguna ante su presencia. Sin embargo, eso cambia notan algo raro en el ambiente. Comienzan a gruñir hacia donde están ellos.

«Esto no me gusta nada», piensa ___ mirando a la jauría. Si pudiera hacer algo al respecto, pero solo puede esquivar y defenderse. Y Smoker la protege con su cuerpo, en caso de que ataquen. Los animales fijan la mirada en la joven y dejan de gruñir, echándose para atrás, como si hubieran reconocido a quién se iban a enfrentar. Corren en dirección contraria. El hombre alza la ceja muy extrañado ante ese comportamiento.

—Veo que te tienen respeto —comenta él, exhalando el humo con tranquilidad.

—¿Por qué?

—Saben quién eres por tu olor corporal.

—¿Huelo mal? —Eso provoca que Smoker riera bajito.

—Que estúpida pregunta. Los animales tienen un olfato más desarrollado que el nuestro —comenta, mirando de reojo a la chica.

—Yo solo quería saber tu respuesta. —Cruza los brazos molesta por su respuesta.

¿Por qué le hace tanta gracia esta chica? Tiene un comportamiento extraño. Es agresiva y molesta, pero, cuando quiere, es linda y adorable. «Tsundere», es lo único que puede pensar Smoker de ella. Se quita los puros de su boca un momento, para pensar con claridad que hacer. Lleva la mano a la sien, relajando un poco la vena que se está asomando. Prefiere seguir caminando siendo acompañado por la joven, que no se queda atrás. No le hace nada de gracia quedarse sola en un sitio que desconoce. No agarra el abrigo de éste porque, a lo mejor, no le haría gracia que se lo toquen. Él, de vez en cuando, mira de reojo a ___ para ver si está bien.

No debe preocuparse tanto. Es Hall Lókë, pero su instinto de Elegido quiere protegerla. «Espero encontrar a Tashigi y largarme de aquí», es su deseo más profundo. Ella mira alrededor suyo, teniendo el presentimiento de que algo malo sucederá. Piensa en los chicos y lo que pasó hace una hora aproximadamente. Tal vez, fue muy bruta con ellos en cuanto a la noticia. No es culpa de Mihawk de haberla tocado y darle dicha información. Se merecen una disculpa por haberla protegido de los Hörrox y de otros.

—¿En qué piensas? —pregunta con un tono un tanto dominante. Eso hizo que a la chica se le pusiera los pelos de punta.

—En nada. —Miente.

—No puedes mentirme. Te recuerdo que soy un Mändra y puedo percibir tu aura de mentira, Hall Lókë.

—Tengo nombre, ¿sabes? Y es Spox ___.

—Como si me importara. —De un movimiento rápido, percibe la patada de la chica y lo detiene en seco con su Jitte—. Eres una peleona de mucho cuidado.

Hall Lókë (One Piece x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora