Hall Lókë (One Piece x Reader)

Epílogo

Morir en manos de un Dios no es nada agradable para ___ ni para los Mändras, ni para Tashigi. Iban a ser ejecutados delante de todos los Hörrox. Nadie se interpondrá ante este gran acontecimiento. Enel ya está en su asiento de trono observando como su archienemiga está a punto de ser ejecutada. Será la primera y así no tendrá problema alguno en un futuro. La joven no sabe qué hacer, ni siquiera tiene poder suficiente como para liberarse y enfrentarse ante el Dios del planeta Panx. Y la cosa es que los demás no se encuentran ahí para salvarla. Está acabada. Aprieta los labios con fuerza sintiéndose inútil en ese momento. La voz de Smoker se escucha en su cabeza pidiendo que no debe pensar en esas cosas.

Pero es demasiado tarde para eso. Traicionada, amada… Sentimientos encontrados surgen en el corazón de ___ queriendo llorar e implorar que la maten enseguida. Antes era fuerte y concisa que haría cualquier cosa por proteger a todos aquellos que quiere; sin embargo, se siente débil y vulnerable, cualquiera puede hacerla daño sin ningún tipo de remordimiento. Recuerdos divagan por su cerebro, recordando los buenos momentos que tuvo con sus amigos, los entrenamientos de judo, los abrazos de su madre cuando era pequeña, los cuentos de su padre… Le empieza a echar de menos y desea que estuviera a su lado. Decirle que todo irá bien, que no debe preocuparse por lo que pueda pasar. ¿Por qué tuvo que morir?

Lágrimas resbalan por su rostro sin evitarlo ante la atenta mirada de los Mändras que miran con sorpresa lo que sucede. Lucci escuchó rumores que Hall Lókë no tiende a llorar por debilidad; no obstante, siente que ___ está sensible en esos momentos y su cuerpo ya no da para más.

—Damos por sentado la muerte de Hall Lókë, aquí y ahora —anuncia uno de los caballeros mientras un verdugo sube por las escaleras con una gran hacha en sus manos.

Una gota de lágrima cae al suelo. Todo se oscurece alrededor de ___, estando ella sola y nadie más. La soledad se cierne sobre ella, sintiendo que la oscuridad doblega su corazón. Es como si sintiera los sentimientos negativos de las personas que hay a su alrededor y, una pequeña parte, de aquellos que quiere proteger. Paulie, Mihawk, Smoker, Doflamingo, Crocodile, Katakuri, Cracker, Lucci, Kaku, Spandam… Uno a uno aparece delante suya con miradas de desinterés como si no les importara lo que está sucediendo. Y ella ahí dejando que las sombras la rodeen y tomen el control de su cuerpo. Están a punto de tomar el alma de la joven al sentirse débil; sin embargo, un toque fue suficiente para retirar aquellas garras oscuras que querían doblegarla.

Paulie está enfrente suya con una sonrisa en sus labios. Sus caricias fueron suficiente para que el calor volviese en ella y recordase aquel momento a solas con él. Pasión es lo que hubo entre ellos dos; pero no llegaron más lejos porque él se contuvo. En lo que más destaca de este hombre tímido es que siempre ha estado a su lado y la protege con todo su ser.

—Yo te protegeré pase lo que pase.

Se sorprende un poco ante sus palabras que le llegaron a su corazón. Parpadea los ojos para encontrarse a Mihawk quien le dedica una mirada seria y serena. Un espadachín con una labia majestuosa que deja anonadada a cualquiera mujer. No tuvo mucho contacto con él; pero no puede olvidar aquel beso que le implantó para saber cómo se siente en ser besada por alguien como él. Otro hombre que no dudará en protegerla con su espada.

—Yo siempre estaré a vuestro lado porque sois Hall Lókë, la esperanza de mi hogar y la de todos.

Se desvanece por completo y un vuelco en el corazón aparece en ___ al reconocer esa sensación de hace meses. Un humo le rodea sintiéndose protegida ante tal densidad. Caricias sobre su cuerpo como si no hubiera un mañana, donde suspiros salen por su boca. Besos sobre su nuca que la dejan anonadada por unos segundos hasta sentir una respiración muy cerca. Cuándo abre los ojos nuevamente, se encuentra a Smoker con un rostro preocupado y serio al mismo tiempo. Junta su frente con la de ella, sin despegar la mirada.