Capítulo XV: Rïtsuka y Bifröst

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Un día falta para la boda y ___ está nerviosa por lo que vaya a ocurrir. Si se realiza la ceremonia ya no podrá ser libre como un pájaro. Tiene bastante miedo y su cuerpo la delata que hasta tiembla. Las hijas de Linlin ayudaron a la joven a elegir el vestido de la novia, teniendo cuidado de que no sea fácil de romper. Esto es estresante para ella porque no sabe qué hacer. No puede huir porque ya se lo advirtieron y ellos no dudarán en matarla. Todo se le está haciendo difícil a la chica. Y estar encerrada en una habitación no es rentable. Coloca los brazos en el barandal para apoyar la barbilla en ellos y cerrar los párpados lentamente.

La puerta de la habitación se abre dejando paso a una persona que mira con ojos curiosos a la joven. Entra de puntillas no queriendo llamar la atención. Sabe que no debe estar ahí, pero sus ansias de estar más cerca de ella están ahí. Desde que la tocó, los sentimientos y el remordimiento aparecieron dejándolo con un mal sabor de boca. Él es un arrogante que no le importa las cosas, solo a beneficio de su madre. Pero con ella es distinto. Mantiene distancia en ___, pero sus deseos de tocarla aumentan. Y descubrir que uno de los suyos ya realizó el ritual de apareamiento, le cabreaba. Pero pensándolo bien, esa persona no realizó el ritual como es debido. No hubo marcas ni mordidas de por medio y no ha dicho las palabras que solían emplear sus ancestros a la hora de sucumbir el placer.

La muchacha nota la presencia de alguien y se voltea para encontrarse a Cracker. Se supone que no debería estar aquí por órdenes de su madre, pero parece que el comandante la ha ignorado por completo. Ladea la cabeza analizando la postura del chico que está muy tranquilo. El ambiente que hay en los dos, no es tensa, es mucho más que eso. ¿Deseo tal vez? ___ no puede descifrarlo porque Cracker no es un libro abierto como los otros chicos, ni tampoco su hermano mayor. Pero sus ojos lo delatan. Tiene ese toque de brillo que ha visto antes, en Smoker. A la joven se le eriza el vello no pudiendo evitar recordar lo que sucedió aquella noche. Cracker lo nota y, con decisión, pisa un pie y luego otro acercándose a ella. El ambiente está creando algo que ella desconoce y él lo sabe.

Debería de huir, correr, alejarse de ese tipo... Y no lo hace. Ya está cerca y ella alza la cabeza para mirarlo. Esas chispas que salen de sus trenzas son curiosas, queriendo tocarlas y ver si se les quema los dedos. Él solo esboza una sonrisa y se acuclilla ante ella para que tuviera mejor vista.

—No deberías estar aquí. Lo sabes, ¿verdad? —le regaña ella—. Las órdenes de tu madre eran: «Los maridos no deben ver a su futura esposa hasta el día de la boda».

—Pero yo no me pude contener —se sincera sin dejar de sonreír.

—Si se enteran...

—Si se enteran es mi problema y punto.

Sí, definitivamente puede ser un chico rebelde cuando quisiera. Ella suspira levemente no queriendo discutir más con el hombre. Y se tensa al notar la mano de Cracker posarse en su rostro, pero tiene el guante puesto no pudiendo saber los pensamientos de ___. Sin embargo, ya con la mirada es suficiente. La chica es un libro abierto lleno de emociones que él desconoce. Retira un momento la mano para quitarse la prenda con sus dientes y vuelve a colocarla, acariciando la piel suave. Sí, aterciopelada como la misma lana. Los sentimientos son más acentuados que antes, casi conociendo el secreto del otro. Ella suspira dejando que el otro descubra más de ella.

Y en lo más profundo de su ser descubre las intenciones de aquel muchacho de ojos color rosa. Posa la mano en su muñeca casi deteniéndolo.

—Si lo haces no hay vuelta atrás.

—Lo sé.

—¿No puedes esperarte hasta mañana?

—No —dice secamente—, si espero, harás caso a mi hermano que a mí por ser el más dominante de los dos.

Hall Lókë (One Piece x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora