Capítulo IX: El beso del carpintero

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—¡¿Me podéis decir cuánto queda?! ¡Estoy harta de estar caminando en una puta pradera y que no hayamos llegado ya a un pueblo!

El grito de ___ muestra enfado y cansancio. Está acostumbrada en caminar porque hace deporte, pero le pone de malhumor no ver algo de civilización. Llevan cinco días y lo único que encuentran son animales hambrientos que los atacan sin cesar. Hasta necesita un baño urgentemente. Se pregunta que cómo es posible que Tashigi no se haya quejado en ningún momento, ya que es una mujer. Lo más lógico es que es una Hörrox, pero no es excusa. ___ infla los mofletes y cruza los brazos, símbolo de molestia.

—¡Ni siquiera estoy entrenando, Ray-san! —chilla nuevamente.

—Aún no estás preparada.

—La otra vez no dijiste lo mismo. Comprobaste lo que era capaz, pero me dijiste que aún me falta por entrenar. ¿Y ahora estás diciendo que no estoy preparada? ¡No te entiendo!

—Porque debes escuchar —dice el ermitaño mirando a la joven—. Escuchar a tu "yo" interior.

—¿Te refieres a escuchar a la antigua Hall Lókë?

No obtuvo ninguna respuesta por parte de Rayleigh. Otro secreto más que tiene que ocultar. Ella no está entendiendo nada, todo esto es confuso. Suspira con pesadez aún manteniendo su postura. Echa una ojeada a los chicos que parecen estar tranquilos ante la situación. Claro, porque como ellos tienen algún tipo de habilidad ya sea elemental o no, no les preocupa para nada. Inconscientemente se mira el antebrazo viendo la marca del dragón. Al despertar esa capacidad de entrar en un modo furia llamado Mezame, le daba la sensación de que no es lo único que puede adquirir. ¿Y si ella no está preparada para pelear como Gran Dragona? Muchas dudas surgen por su cabeza.

Y en cuanto a Trico, no sabe nada de él. Se cuestiona si estará en un sitio seguro. Seguramente que lo estará, es un animal inteligente y no debe dudar de él. Pasa por su cabeza de tener un baño relajante y despejar la mente de algún modo. Esto de estar tensa no es lo suyo. Y, sin darse cuenta, choca contra la espalda de Paulie porque se detuvo un momento. Él la mira de reojo a ver si se encuentra bien. Ella no se quejó, era su culpa de no haber prestado atención. Paulie se aparta un poco para que la chica echase un vistazo a lo que está viendo. ___ abre los ojos con sorpresa al encontrarse con una gran caseta y en un letrero dice: «Hall Hamman».

—¿Qué es este sitio? —pregunta curiosa.

—Es un gran balneario, ___-chan —responde Tashigi colocándose las gafas—. Suelen haberlos cuando los viajeros hacen grandes recorridos.

«Esto me recuerda a los turcos o a los griegos cuando hacen grandes viajes para realizar conquistas. O incluso los japoneses», opina ___ con un dedo en la barbilla, una forma de pensar y aclarar las cosas. El planeta Panx tiene cosas comunes con la Tierra, pero la tecnología y los métodos que utilizan son más avanzados. Y por lo que observó, algunos son creyentes de algo mucho superior a ellos. Ella no lo es, obviamente. Sin embargo, no duda de que puede haber algo más allá de la muerte. Y lo sabe porque, de vez en cuando, escuchaba la voz de su antecesora, pero es solo cuestión de si hay peligro.

Sin darse cuenta, Mihawk se acerca para ver los precios que oferta el balneario y los vio asequibles para su gusto. Hace un gesto con la cabeza para que se acercaran. Él está igual que ___, no está cómodo porque en estos días no se ha dado un baño y lo necesita urgentemente. Y además, es muy tarde como para seguir caminando y la mejor opción es descansar y seguir mañana. Entra junto con los demás y visualiza a una señora mayor bajita. Es la típica abuela que te da la bienvenida todos los días de una forma dulce y agradable. El espadachín, a modo de respeto, se quita el sombrero y se acerca al mostrador.

Hall Lókë (One Piece x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora