Un nuevo amanecer hace acto en el gran balneario donde nuestros protagonistas aún siguen durmiendo. Paulie despierta al escuchar los sonidos de las aves cantar. Los maldice por interrumpir su sueño. Siente algo raro en su pecho, como si hubiera algo pesado. Agacha un poco la mirada para encontrarse a ___ aún dormida. Su corazón bombea con fuerza al recordar lo sucedido y está rojo como un tomate. No puede creer que haya dormido con ella. Traga saliva inmovilizado por el miedo. Sin embargo, coloca la mano sobre la cabeza de la chica dudando en tocarla. Sus dedos casi rozan sus cabellos, tentado.
Y finalmente, lo hace. Todo su vello corporal se le eriza enseguida al notar una sensación de emociones. «Es increíble», piensa Paulie exhalando el aire de sus pulmones. Él está en la mente de la joven, viviendo sus más preciados recuerdos e incluso vivir su sueño. Esboza una sonrisa al ver que ___ está soñando algo bonito y agradable. Pero se interrumpe cuando despierta ella. ___ mira a Paulie intentando entender dónde está, hasta que se da cuenta que se encuentra en el cuarto del rubio. Apoya las manos en el pecho de éste para sentarse. Eso ha provocado que Paulie se ponga más nervioso de lo normal. ¿Qué pretende hacer? ___ no dice nada al respecto, tan solo mira por la ventana viendo que ya ha amanecido. Se rasca un ojo un tanto somnolienta. Para los ojos de Paulie se veía adorable.
—Buenos días —saluda la chica, sin darse cuenta que muestra un poco su hombro, debido a que el albornoz resbala por su piel. Definitivamente, Paulie ya no sabe qué hacer por el nerviosismo.
—Buenos días. —Casi le cuesta hablar.
—¿Ya amaneció? —dice mientras da un bostezo bastante largo.
—Eso parece.
—Estaba muy agusto. —Se acuesta nuevamente en el cuerpo de Paulie, sin importara que el chico se tensara.
«Joder, ¿y que hago yo ahora?», se encuentra entre la espada y la pared el rubio. Quiere seguir acariciando los cabellos de la chica, pero se niega hacerlo. No quiere saber qué es lo que ocurriría si sigue avanzando. Y tampoco desea tener un problema grave entre las piernas y no poder controlarse. Y ___ moviéndose no le ayuda para nada. Grita internamente que alguien aparezca cuanto antes. Y como si sus súplicas fueron escuchadas, alguien toca la puerta.
—¡Arriba! Tenemos que irnos —alza la voz Smoker.
Suspira aliviado de que hayan avisado con tiempo. ___ se levanta con mala gana y camina a la puerta para correrla y ver a Smoker. El Hörrox la mira con intriga—. Si preguntas, no hemos hecho nada. —Y se retira a su cuarto para cambiarse de ropa.
Smoker se queda mirando a Paulie que éste se levanta sacudiendo sus ropas. La mirada del Cazador Blanco no le gusta para nada, lo ignora completamente. Sin embargo, Smoker entra cerrando la puerta quedando a solas con el chico de las cuerdas.
—¿Qué es lo que pasó? —Parece que ha ignorado a la chica.
—Nada —responde secamente.
—No me mientas. —El Hörrox se acerca un poco más—. La besaste, ¿cierto?
—¿Y hay algún problema con eso?
—Sí que la hay. Sabes a lo que conlleva besar a Hall Lókë.
—Al descontrol —comenta mirándolo—, pero pudimos controlar nuestras ganas de enredarnos entre las sábanas. —Enciende un puro para relajar sus ansias—. Solo dormimos y te puedo asegurar que no me quejo. ¿Acaso tú la besaste?
No puede olvidar ese momento en que la chica se atrevió a besarla, salvando su vida. Desvía la mirada avergonzado por ello. Se sintió inútil en ese instante. El pelirrubio al ver que Smoker no responde, solo sonríe dando entender que sus sospechas son ciertas. Exhala el humo de sus labios ya terminando de vestirse y camina poniéndose al lado del alto para palmar su hombro, una forma de que lo entiende. Se dirige a la salida junto con Smoker para ir con los otros. Seguramente les están esperando para desayunar e irse del balneario.
ESTÁS LEYENDO
Hall Lókë (One Piece x Reader)
FanfictionHall Lókë o más bien conocida como "Gran Dragona" era un título único que ninguno lo puede tener. Solo aquella persona quién tiene el tatuaje de un dragón en su antebrazo. Aquel que es elegido deberá ir a un planeta, lejano al de la Tierra llamada P...