Due

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--Lo primero... Buenos días--

Su corazón se detuvo por unos segundos, lo que le hizo contener la respiración inevitablemente. Mónica giró un poco la cabeza hacia donde sabía que su amiga estaba, al sentir como la muchacha apretaba efimeramente su mano y aspiraba una pequeñita bocanada de aire.

--¿Tina?-- susurró muy bajito.

Pero la chica apenas y escuchó lo que su amiga había dicho.

--Soy la persona que está al mando--

No puede ser.

Aquella voz ronca y varoníl sucumbió su mente. Un sin fin de recuerdos comenzaron a aflorar frente a sus ojos cubiertos; rostros de personas que había creído olvidar, promesas incumplidas y despedidas amargas. Todo ello volvió a su cabeza tan claro y nítido, que le hizo estremecerse.

No podía ser cierto. No podía tratarse de él.

--Y antes que nada quiero presentarles mis disculpas-- su tono falsamente afligido le erizó la piel-- Realmente no son formas de terminar la semana--

El corazón de la castaña comenzó a martillear contra su pecho, como si quisiese saltar de su propio cuerpo. Una descaga de distintas emociones le recorrió la columna, seguido de sus extremidades, erizandole los vellos de la piel. No podía describir lo que estaba sintiendo, ¿Era felicidad? ¿Era tristeza? ¿O tal vez miedo?.
No lo sabía, pero de lo que sí estaba segura es que un sólo deseo predominaba en su cabeza: quería verle.

--Pero ustedes están aquí en calidad de rehenes--

Arturo soltó un quejido ante ello, como si aquella idea hubiese sido como una bofetada, lo que la trajo a la realidad.

--Si obedecen, les garantizo que saldrán con vida-- continuó hablando.

La joven sintió el movimiento de alguien cerca suyo, lo que le hizo removerse un poco en su sitio, levemente nerviosa. Seguido de ello escuchó hablar a alguien más, muy cerca de donde ella estaba.

--Móvil-- demandó.

Era la voz de un chico, que a pesar de que sonaba joven, también tenía un tono severo en el habla.

--Nombre-- dijo poco después.

--Alison Parker-- respondió la adolescente a su lado, con voz débil.

--Pin--

--Dos cero siete ocho-- murmuró, temerosa.

El no poder ver absolutamente nada le estaba estresando de sobre manera, más que el hecho de encontrarse en medio de un asalto a mano armada.

Pronto sintió el vientecillo que se provoca cuando alguien se mueve cerca tuyo. La sensación de tener alguien frente a ella le hizo pasar saliva.

--Móvil--

Tina soltó la mano de la estudiante a su lado, para sacar torpemente del bolsillo de su pantalón su celular. Lo extendió al aire, sin saber donde se encontraba el sujeto.

--Nombre--

Su corazón comenzó a golpear con más fuerza dentro de su pecho. No podía pensar con claridad, su cabeza estaba hecha un nudo de telerañas que se esforzaba por apartar. Respiró profundo, soltando todo el aire casi enseguida.

Controla tu respiración y concentrate.

--¿Qué no has oído?-- le preguntaron, con molestia-- Nombre--

Las palabras le salieron un tanto débiles, más de lo que ella habia imaginado.

--Valentina Iturbide--

Bᴇʟʟᴀ Cɪᴀᴏ    °Lα Cαѕα de Pαpel°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora