Capitulo 15: "Suavidad".

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— ¡Pero me la-lastimo! —exclamó con la voz rota.

Anna trataba de convencer a Kedamono, de darle una segunda oportunidad a Popee, pero no parecía resultar. No parecía avanzar en nada.

— Keda... Por favor... Eso lo sé y me imagino lo que tuviste que aguantar pero... El cambió... ¡Recorrió todo el desierto para poder verte y disculparse contigo! Estaba casi muerto cuando lo encontramos...

El peli-morado guardo silencio, tratando de retener las lágrimas que amenazaban por salir, le dolía recordar el maltrato que sufrió por la persona que más amaba,  vaya que dolía ese recuerdo.

Cerró los ojos con fuerza —¿Q-que no estabas de mi La-lado...?

— Claro que estoy de tu lado pero... Solo te comento que Popee... Llora por ti, sabe que hizo mal, lo sabe y me dice que la culpa lo carcomida cuando te veía. Quiero que sepas... Que el cambio y si le das una oportunidad yo-

— yo... Lo pen-pensaré. —

— ¿a-ah? ¿En serio? — Kedamono asintió con la cabeza.

— Antes de irme de mi circo... Veía a Popee desde lejos... Lo veía llorar y quería ir corriendo hacia el, abrazarlo tan fuerte como pueda, disculparme por dejarlo y bes-... A-am... — se sonrojo de repente. — me entiendes.

—ohh, claro que entiendo — Sonrió burlesca. — Y me alegra que intentes darle una segunda oportunidad a Popee, se le ve la cara de zombie.

Keda imagino a Popee, con una sonrisa que tanto le encantaba, sonrió inconscientemente — Ahora vengo

[...]

— y así es como tuve esta cicatriz en forma de chancla. — Mostró su antebrazo, el cual tenía una parte roja, y en efecto, en forma de chancla.

Popee frunció el ceño. — Ajá... Interesante....

Básicamente Jess estaba interesado en las cicatrices y en sus historias, Popee le había dicho algunas interesantes sobre el, claro, no creía casi ninguna.

— ¿Cual es la peor herida que te haz hecho? — Jess sonrió de lado.

— Ahh... Pues... He sufrido múltiples heridas en todo el cuerpo, cuchillas, bombas, katanas, armas e incluso he muerto.

— ¿disculpa? — Esa palabra quedó en el aire cuando vio a Kedamono corriendo agitado hacia ellos dos. — ¿Que hay, Keda? —

Popee abrió los ojos en grande cuando cayó en cuenta que estaba en el suelo, Kedamono estaba arriba de él, abrazándolo y escondiendo su cara sonrojada en su pecho cual niño asustado.

— No quiero ser mal tercio, Chao. — se escucho a lo lejos.

Popee algo tenso, correspondió el abrazo. Sentía que ya no tenía la confianza que alguna vez había ganado en Keda. Cerró los ojos con cierta tranquilidad y hasta soltaron lágrimas, ambos se extrañaban tanto y necesitaban hasta un simple abrazo. Popee sintió aquella suavidad del pelo de Kedamono, aquel pelo morado que tanto lo resaltaba... Simplemente era hermosa la sensación que un abrazo le hacía.

Kedamono no se quedó atrás, Popee se sobresalto al oír como sollozaba. — Per-perdoname...

Tan solo esa palabra logró hacer llorar a Popee, Keda hasta se estaba culpando — No. Perdóname tu a mi. Perdóname, perdóname, perdóname, perdóname.  —

Kedamono levanto la cabeza levemente, encontrando los grandes ojos azules de su amado. Soltó más lágrimas aún cuando Popee se las secaba con sus pulgares con cierto cariño.

— Te quiero.

Kedamono lo vio sorprendido y escondió su cara en el pecho del contrario, avergonzado y sonrojado. Al final, la pena no lo detuvo del todo.

— Yo igual.

×Popkeda× CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora