FIFTEEN

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¿Que chucha se hace cuando tu ap de toda la vida dice que también siente cosas por vo? Porque la pulenta es que soñé toda mi vida con esto, o sea, soñaba más que me la metía para ser sincera, pero...

¿Que hueá hago ahora? ¿Le chanto un beso? ¿Le bajo los calzoncillos y le chupo la que le cuelga? ¿Me escapo y hago como que esta hueá nunca pasó? ¿Le digo que ya es tarde?

— Conchatumare.

Eso fué lo único que salió de mi boca después de habermelo puteado y culiado a la vez en mi mente.

— Con esa boquita come pan.— me tocó los labios.

Hermano, paren esto que me bajo ¿Que conchatumare pretende?... ¿Que haga un río en la escalera con mis fluidos vaginales? ¿Que le confiese que tengo unos sueños bien calenturientos donde él es el protagonista?

— Yo...— me quedé sin habla, se me fué todo lo chora del principio y ahora solo quedaba una Anastasia Steele.

Se mi Christian Grey huachito rico.

— ¿Y que se supone que ahora tiene que pasar?.— pensé que lo había dicho en mis pensamientos, pero no hueón.

— No sé, lo que tú querai que pase...— su mirada se fué a mis labios.

¿Es idea mía o como que ahora subió la temperatura a 50°c ? Sentía la temperatura alta, pero en mi vagina hueón.

— Para de mirarme los labios.— dije pal pico de caliente.

— ¿Por qué?.— no corrió la vista de mis labios el muy conchatumare.

— Por qué estoy terrible calien...

Se me tiró y me  empotró contra la pared—siempre quise decir eso.— me agarró la cintura, mientras que yo le agarraba el cuello toda caliente.

— Que chucha estoy haciendo pachamama.— susurré mientras que el le daba besos a mi cuello.

no te enamores de mi, no no noooo.. ¡CONCHATUMARE!

Empujé al Isaías y se sacó la conchatumare por las escaleras. Me limpié los labios—como si la Maca no hubiera visto que nos estábamos comiendo brijidamente en la escalera.— y me puse más roja que pichula e perro.

— Perdón.— me miró mientas sonreía con inocencia.— iba pal baño, no sabía que todavía estabas acá.— se justificó.

— Tranquila, ya me iba.— me hice la hueona y bajé las escaleras apurada, ni siquiera le pregunté al Isaías si estaba bien por la caída que se mandó.

Llegué a mi casa y lo primero que hice fué darme una ducha con agua muuuuy helada, todavia estaba más caliente que la chucha.

Me acosté y no podía dormir, pensaba en el tremendo beso, nunca pensé que una hueá así me pasaría, fué demasiado de película el beso culiao. Tampoco es que me queje, quedé loca, pero tenía muy claro que tenía que olvidarme de esta hueá. El Isaías solo me dió un beso, eso no significaba nada, el seguía teniendo polola y yo seguía enojada—un poco menos si que antes.— por lo que me había hecho el otro día.

Revisé mi celular y me di cuenta que tenía varios mensajes del Isaías.

Ricoexquisito: tenemos que hablar chela.

Tengo que cambiar ese nombre culiao.

Yo: y de qué?

Como siempre me hice la hueona.

Ricoexquisito: puedes no decir nada sobre el beso porfavor?

Me subió la rabia de una, no sé cómo fui tan ahueoná de ilusionarme aunque sea un poco por el beso culiao que nos dimos.

Yo: tranquilo, tu polola no va a saber nada :)

Tiré el celular a la chucha y me dormí, no tenía ganas de preguntarle nada, no quería seguir perdiendo la poquita dignidad que me quedaba.

****

— ¿Qué chucha fué lo que pasó ayer Marcela Nehuel?.— me miró sería la Maca.

¿Pa que le iba a mentir? Caí en la tentación y a la primera palabra bonita que salía de su boca, casi le doy hasta mi virginidad po.

— Nada, tu hermano es un sacohuea, después de que nos dimos ese beso culiao, me dijo que no dijera nada sobre el. Obviamente pa que su cagá de polola no se enterara.

— Ya ooh.— me abrazó.— Ya va a pasar, pero también te tengo otra cosita que decirte.— me sonrió con esa típica sonrisa que hacía cuando se mandaba una cagá.

—¿Que cosa?

— Toma.

Me pasó un papel que parecía como un torpedo, estaba todo arrugado. Lo abrí y lo leí.

— ¿Que hueá es esto Maca?

El papel decía que me esperaba a la salida del liceo después de que saliera de clases.

— Un mino me lo pasó cuando entraba al liceo, me dijo que te lo pasara a ti, que el sabía que yo era tu amiga.

— Hueona, que miedo, no quiero terminar violada y después asesinada por un acosador.

Ya me estaba dando un poco de miedo el hueón que decia que era mi admirador secreto.

— Tranquila, si queri después te apaño a tu casa, igual el mino que me lo pasó era bonito.— bajó los hombros.

No le tomé tanta importancia, total, lo iba a conocer en la salida, si el culiao no era tan psicópata como parecía, quizás me caiga bien po.

¡NO SOY CHORA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora