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"La perversión es sólo otra forma de arte. Es como la pintura o el dibujo o la escultura. Excepto que, en lugar de pintura, nosotros los pervertidos usamos el sexo como nuestro medio".

-C.M. Stunich

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Recuerdo que cuando cumplí los catorce años mis padres decidieron que me estaba volviendo una niña rebelde, que tenía problemas psicológicos y que debían ser tratados, pero enserio era eso, ¿Solo por querer hacer valer mi opinión a temprana edad?, aunque no lo crean quería valer mi punto y generar mis ideales, pero al parecer no podía porque era solo una niña, una mocosa que no sabía nada... Ese mismo año conocí a José era un chico muy tímido y muy inteligente él cursaba tercero de ciclo común, mientras yo estaba en segundo de ciclo su timidez me atraía cual polilla a luz mi deseo por probar sus labios y su néctar aumentaba así que un día me acerque a él y le pregunte como se llamaba aunque yo ya lo sabía luego de ese día comenzamos a hablar a la salida y por un momento sentí pena por él... pues solo lo quería para que me ayudara con mis placeres de ese momento sin embargo seguí con mi plan hasta que un día José me confesó que se encontraba enamorado de mí fingí sorprenderme, sin embargo en mi mente sabía que había caído y lo usaría para descubrir más placeres de la vida.

Por supuesto que eso me convertía en una terrible persona, nunca se debe utilizar a las personas para realizar tu voluntad, pero estaba decida a hacerlo... deje de lado los remordimientos y apague mi conciencia, aunque no fue por mucho tiempo...

Ese día con mi mejor cara de niña inocente, la misma que uso con mi padre para conseguir lo que quiero, le dije que no podía tener novio, pero que sentía una enorme atracción hacia él y que quería seguir viéndolo a escondidas, pero sin ser nada mío él... aceptó. Como dije era inocente y él no dio el primer paso por besarme me acerqué a él y le planté mis labios sobre los suyos el muy nervioso me devolvió el beso.

Todos los días luego de la escuela nos íbamos a un parque a las afueras de la ciudad pues siempre pasaba solo y no había nadie que nos conociera ahí, yo escogí ese lugar pues observe que cerca de este se encontraba un motel y mi objetivo era llevar a José ahí y que sucediera lo que quería que pasara.

—José, dime te gusto lo suficiente para hacer todo lo que te pida.

—Por supuesto Selene tu dime que es lo que quieres.

—Quiero que me lleves a ese motel – su reacción fue de sorpresa y como no era difícil de descubrir que José al igual que yo seguía siendo virgen.

¨Virginidad¨ un término que utilizaba mi padre y mi madre para determinar cuando una mujer era digna y pura, pero eso no me parecía algo bueno o malo, yo creo que era algo insignificante, irrelevante, nos dicen que debemos cuidar, pero ¿con que fin?, al final las personas se entregan estando cegadas de amor y terminan fallando o al menos eso había escuchado y había notado. ¡Yo no quiero eso! No quiero quedar estúpida por tener sexo con alguien a quien supuestamente amor, quiero la experiencia, pero no por algo estúpido como el amor...

—¿Para qué quieres ir a un lugar como ese Selene?

—Eso significa que no me llevaras, está bien no lo hagas, creo que es mejor irnos. —le di una sonrisa como que nada pasaba para que cambiara de parecer y por su cabeza pasara la posibilidad de perderme, un don psicológico que solo tienen las mujeres; yo lo había aprendido de mi madre.

Una vez escuche a mi madre hablar con mi prima Sofía decía que para que un hombre haga lo que tú quieres debes jugar con su mente y ese día con José comprobé el poder que tienen las mujeres sobre los hombres.

—No, te llevaré Selene siempre hare todo lo que me pidas.

El motel no era muy caro entramos a la habitación y él no sabía qué hacer se encontraba nervioso así que me acerque a abrazarlo y darle las gracias por complacerme en lo que quería.

Lo bese como una vez bese a Josh brindándole la confianza —por un momento lo recordé y agradecer no haber tenido nada con él porque lo más seguro era que terminaría enamorándome y eso no tiene cavidad en mi vida — seguía intentando darle confianza a José para que pueda pasar sus manos por mi cuerpo, mientras él se encontraba tímido comenzó tocando mi cuerpo y pues obviamente yo lo tocaba a él pues quería descubrir cómo era su cuerpo y entre besos y manoseos le saque su pene de los pantalones.

—Selene que haces — me dijo, pero me limité a callar con besos y a masturbarlo con mis manos estoy segura que su mente quedo en blanco pues ya no me dijo nada más.

—José tú puedes tocarme también, quiero que metas tus dedos en mi- guíe su mano hasta mi vagina y el comenzó a darme placer con ella.

Fue un momento exquisito pues en mi mente estaba corromper la mentalidad de José. Como todos inexpertos tocábamos lo que creímos convenientes quedamos con la promesa de aprender juntos.

Cuando regresamos al centro de la ciudad yo descubrí en su mirada algo nuevo algo tentador, algo que no tenía cuando lo conocí la primera vez y con una sonrisa triunfante me despedí de él no sin antes prometerle que mañana volveríamos y haríamos más cosas traviesas y que aprenderemos los dos porque a partir de ahora y para siempre seriamos uno solo.


Hola me encuentro resubiendo sus capítulos, gracias por la paciencia.

Espero que les guste esta historia que como ya saben es totalmente diferente a Caminos Separados.

INMORAL  +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora