capitulo 24 stand by mode

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La situación no mejoró durante los siguientes días. Maia permaneció internada por dos días más, tiempo en el cual la sometieron a algunos exámenes y análisis para determinar su estado. Lamentablemente, el diagnóstico fue lapidario. Había un 99% de probababilidad que Maia no pudiera volver a concebir. Todo esto hundió en un profundo agujero a la muchacha.

Maia sería dada de alta, aunque debería guardar reposo físico por una semana y control sicológico por al menos dos meses.

La muchacha estaba retraída. Casi ni hablaba y se pasaba todo el día en silencio, pensando. Estaba en una etapa de schock post traumático y había comenzado a caer en una difícil depresión.

Hyun Joong, a pesar de sus múltiples compromisos, se daba el tiempo para acompañar a la chica e intentar subirle el ánimo. Le llevaba regalos, dulces, hasta flores, cosa que no era para nada su estilo, pero nada parecía hacer el efecto deseado. Ese día, al mediodía en punto, estuvo en la habitación de Maia para recogerla.

“Ya estás lista? Tu cuarto quedó arreglado bellísimo! Hoy temprano fui a recoger a Ginger y ya está instalado en mi casa… Te reirías si lo vieras jugar junto a Matic y Art. Se llevan demasiado bien!”, añadió Hyun Joong sonriendo y tomando el bolso de Maia.

“Te dije que no era necesario! Puedo regresar a mi casa!”, añadió desganada Maia, aún sentada sobre la cama.

Hyun Joong se sentó al lado de la muchacha y tomó su mano.

“En qué quedamos? No quiero que te lleves este dolor sola, no sería justo! Quiero alivianar tu carga, déjame hacerlo! Compártelo conmigo, entre los dos será más fácil! Además… es lo mínimo que puedo hacer!”, dijo el dulcemente mirando a la chica.

Maia suspiró profundo, bajando la vista.

“Veo que es inútil discutir contigo…”, dijo ella observando detenidamente el suelo.

Hyun Joong se acercó al oído de la muchacha y le susurró algo al oído, traviesamente.

“Lo hago porque te amo!”, escuchó Maia. 

La chica sonrió forzadamente, miró a Hyun Joong y le acarició la mejilla.

“Vamos!”, dijo y se puso de pie.

Después de eso, los chicos se retiraron del hospital y se fueron directo a la casa de Hyun Joong. El había insistido en que mientras ella se recuperaba se quedase en su casa. Maia se había rehusado, pero lo testarudo del muchacho pudo más.

La habitación que le habían preparado a Maia era inmensa, del tamaño de todo el apartamento de la chica. Tonos verdes, amarillos y blancos adornaban y decoraban cada esquina.

“Puedes hacer lo que tú quieras, siéntete como en tu casa!”, dijo Hyun Joong al entrar a la habitación junto a Maia.

“Gracias!”, respondió ella y se sentó en el borde de la cama. 

Hyun Joong caminó hacia ella y se arrodilló frente a la muchacha.

“Cuando tú quieras, puedes venir a hacerme compañía a mi cuarto! Si quieres, desde esta misma noche.”, dijo él coquetamente mientras acariciaba las manos de ella con las de él.

“No! Es mejor así. No compliquemos aún más las cosas. Yo estoy bien aquí. Dónde está Ginger?”, añadió Maia cortante, soltándose de sus manos.

“Lo vi en el corredor hace un par de minutos.”, respondió Hyun Joong. Seguidamente, se puso de pie y se sentó al lado de la muchacha.

“Mi niña hermosa… Algún día, espero no muy lejano, tú volverás a sonreir y yo más. Sabes por qué? Sencillamente porque voy a ser inmensamente feliz cuando te vea sonreir de nuevo. Pero… démosle tiempo al tiempo.”, añadió el muchacho sabiamente .

Danza de un extraño amor de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora