capitulo 20 celos

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La gira de casi más de un mes, fue un éxito. Japón y el resto de Asia, quedó a los pies del nuevo disco de Hyun Joong.

Luego de estar en Japón por 1 semana, el equipo viajó luego a Hong Kong para finalmente terminar dando 5 conciertos en distintos lugares de Corea del Sur.

El romance entre Maia y el artista fue manejado perfectamente en secreto. Nadie notó un cambio entre ellos, quienes ya tenían bastante cercanía antes de comenzar su relación. Jamás se tomaban de la mano o se besaban en público. Eso lo dejaban para la noche, cuando Maia se quedaba en la suite del muchacho. Lo único extraño que el staff notó, fue un leve cambio en la conducta del chico y todos se lo hacían notar. Lucía más feliz, más sonriente, además, ya no bebía tanto y se iba a su habitación, supuestamente a dormir, más temprano de lo habitual.

Maia firmó un contrato de confidencialidad con el manager de Hyun Joong, tal como él se lo había solicitado. La chica no podía hablar de su relación en público, ni mucho menos mencionar sobre esta a algún medio, durante o después de haber terminado con el chico durante 5 años. Además, no les estaba permitido besarse en público, caminar de la mano ni abrazados, ni demostrarse afecto que no fuera de amigos frente a los demás. A pesar de eso, Maia estuvo de acuerdo. Estaba segura que haría eso y lo que fuera por estar al lado de quien, ella estaba comenzando a considerar como el amor de su vida.

La gira también fue una pequeña luna de miel para los chicos. Dormían juntos todas las noches y a veces, durante el día, se pegaban alguna escapada a los sitios turísticos de la ciudad, siempre guardando las providencias del caso. En el escenario, también todo fue de maravilla. Maia aprovechaba de coquetearle abiertamente en escena al chico, lo que el respondía espontáneamente, pero todo parecía ser parte del show y le daba más intensidad.

Al terminar la gira, Kim Hyun Joong se tomó una semana sin actividades para descansar un poco, por lo que los primeros días los pasó en casa de sus padres y el resto en su propia casa.

“Mi repollito travieso… No sabes como te voy a extrañar estos días! Creo que moriré de tristeza sin verte!”, dijo Maia acariciando el rostro de Hyun Joong. El chico sonrió.

“Te voy a llamar! Además, ve tú teléfono… Igual pasaremos texteandonos todo el día!”, respondió él.

“Si lo se… Pásalo bien! Qué tu madre te mime mucho y aprovecha de dormir!”, le dijo ella.

“Eso si! Aprovecharé de dormir mucho porque durante la gira, una mujer insaciable, no me dejaba dormir en toda la noche! Por eso estoy tan cansado!”, añadió él intentando ponerse serio.

“Oye!!! No digas eso!! Él insaciable era otro… Quien no quería dormir y sólo hacer otras cosas!”, le rebatió Maia aguantando la risa.

“jajajajaja… Si! Ven acá y dame un abrazo apretado!”, dijo el chico pegando a Maia su cuerpo.

“Llámame cuando llegues!”, dijo Maia despidiéndose del chico en la puerta de su apartamento.

“Si.. te llamo! Ah! Y cuidado con que salgas con otros chicos! Recuerda que tú me perteneces sólo a mi! Contraté un espía que te va a vigilar todo el tiempo!”, dijo él seriamente.

“jajajajaja… No! Que yo sepa, no tengo dueño, tampoco novio aún!”, respondió Maia coquetamente.

“Eso no es necesario! Tú eres mía porque yo lo digo y punto! Adios!”, dijo él coquetamente y cerró la puerta. 

Maia movió la cabeza. Nunca le había gustado que la trataran de esa forma, pero con Hyun Joong era distinto. Hasta le causaba gracia que él hablara así de ella.

Hyun Joong aprovechó esos días con sus padres quienes lo recibieron con mucho cariño después de no haberlo visto en casi 2 meses. La madre le preparó una grandiosa cena de bienvenida y con el padre hablaron por horas de los negocios familiares.

Danza de un extraño amor de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora