Hyun Joong llegó al mediodía al apartamento de Maia. Sonriente estaba en la puerta, esperando a la chica cuando ella salió, quien lo saludó sin levantar la vista del suelo. Se sentía incómoda.
Ambos se dirigieron a un enorme centro comercial, sólo para clientes VIP. Era un edificio de 25 pisos, en el cual estaban las joyerías y tiendas más exclusivas de Seúl. Generalmente la elite solamente frecuentaba aquel lugar. En el primer y segundo piso habían diversos restaurantes de comida internacional y de ahí hacia arriba, sólo las tiendas más exclusivas del mundo entero.
“Qué quieres comer? Preferiría que almorzáramos primero y luego vemos lo del regalo de mi madre.”, dijo entusiasmado el chico.
“No lo se! Me da lo mismo!”, respondió Maia de mala gana.
“Pero… Qué te gustaría comer hoy? No quieres algo en especial?”, preguntó él entusiasmado.
“No se… Pizza.”, dijo ella, imaginado que ahí no venderían comida tan poco sofisticada.
“Buena elección! En el segundo piso hay un restaurant de comida italiana.”, dijo el muchacho.
Ambos subieron al segundo piso y se metieron al restaurante. Maia estuvo muy callada durante todo el almuerzo. Hyun Joong no quiso insistir ni tampoco fastidiarla. Imaginó que se debía al incidente que había ocurrido entre ellos dos. Sospechaba que quizás por eso Maia estaba un poco fría. Él aún se sentía un poco avergonzado pero se había prometido hacer hasta lo imposible para que la chica lo perdonara.
Después de una hora, se retiraron del local y se dispusieron a ir a las joyerías.
“Apúrate! Ya va a abrir el ascensor!”, dijo Hyun Joong apresurado tomando a Maia del brazo. La muchacha se resistió.
“No! No me gustan los ascensores! Voy a ir por las escaleras!”, añadió ella retrocediendo.
“Por las escaleras? Son casi 20 pisos!!”, dijo el chico amenazante.
“No importa! Prefiero las escaleras!”, dijo ella decidida.
“Pero, Maia! Vamos por el ascensor!”, suplicó Hyun Joong al ver que se abrían las puertas y jalando dentro la muchacha. Ella en silencio, a fuerza de tirones, entró. El muchacho buscó la mano de la chica y la sostuvo con fuerza. Imaginó que debía tener claustrofobia o algo así y decidió darle confianza. Entrelazó sus dedos a los de ella y le sonrió dulcemente. Maia lo miró e intentó devolverle la sonrisa. La mano de Maia sudaba profusamente mientras apretaba con todas sus fuerzas la de Hyun Joong.
Una pareja que iba en el ascensor junto a ellos, bajó en el décimo piso y el siguiente pasajero, un hombre mayor de cerca de 65 años, bajó también, en el piso 12. Quedaron sólos dentro.
Hyun Joong comenzó a silbar para relajar un poco el ambiente. La chica lo observó, aún con rostro acongojado y él le guiño un ojo traviesamente. De pronto, un ruido seco se oyó y el ascensor se detuvo. En ese instante, se fue la luz.
Maia se soltó de Hyun Joong y se fue de un solo movimiento a la puerta, en donde comenzó a gritar despavoridamente.
“Hey hey! Qué sucede, Maia! Estamos bien! Aquí estoy contigo!! Maia!”, comenzó a decir en medio de la oscuridad Hyun Joong, mientras estiraba sus brazos, a tientas, para encontrar a la chica. Hasta que el final lo consiguió. Tomó uno de sus brazos pero ella se soltó de un tirón, golpeándolo bruscamente. La chica estaba fuera de control.
“Auch! Eso dolió! Soy yo, Maia! Hyun Joong!”, insistió el muchacho y como pudo, tomó su teléfono móvil y se lo acercó al rostro de él y luego al de ella. Maia lloraba desconsoladamente. La chica, al verlo caminó hacia él, como reconociéndolo nuevamente y se aferró con todas sus fuerzas a su cintura. Él la abrazó tiernamente y comenzó a acariciarle el cabello para tranquilizarla.
ESTÁS LEYENDO
Danza de un extraño amor de primavera
FanficMaia es una chica de 24 años. Dueña de una gran temperamento, quien sabe siempre tener todo bajo control, en especial a los hombres. Su gran pasión es la danza y gracias a ella, llegará a conocer a quien le robará inesperadamente el corazón, a pesar...