Al día siguiente Regina despertó sintiéndose un poco agobiada, habían pasado demasiadas cosas en pocos días: Había besado a Manuela y ésta le había correspondido, lo hicieron público, Renata la amenazó y Machu se había acercado a pactar un tregua. Bajó de su cama, vio que Keiko y Renata ya no estaban, Kathy parecía seguir durmiendo. Se preparó para irse, se dio cuenta de que todavía tenía tiempo pero no le vio caso el quedarse. Se fue hacia el salón, cada paso que daba lo sentía más lento. Pensaba en Renata porque si ya le había dicho a sus papás se estaban tardando en reaccionar, pero no se lo podía preguntar porque ni siquiera sabía dónde estaba. Pensaba en Machu y no sabía si podía estar segura en confiar en ella, simplemente por experiencia. Entonces llegó al pasillo donde se encontraba el salón y, como ya era costumbre, Manuela la estaba esperando afuera junto con Pablo y Jessica.
—¡Ey! ¿Cómo estás?—Le preguntó Manuela acercándose a ella.
Regina sólo pudo abrazarla y acomodó su cara en el cuello de Manuela, sintió cómo la española la rodeó con su brazos sin decir nada y comenzó a acariciarle la espalda. Poco a poco fue siendo consciente de cómo la tensión bajaba, cómo sus pensamientos se iban callando y se separó de Manuela para poder besarla.
—Ya estoy mejor, ¿y tú?—Dijo Regina sonriéndole y acariciándole la mejilla.
—Ay, no puedo con tanta miel. O sea, las felicito y todo, pero es too much. Hacen que recuerde lo sola que estoy. No es justo.—Dijo Jessica.
—Pero que mira qué pareja somos.—Contestó Manuela abrazando a Regina por detrás y colocando su cabeza sobre el hombro de ésta.—Aunque estuvieras con alguien no tendría comparación.
Regina sólo rio y volteó a darle un beso a Manuela en la mejilla, vio cómo Jessica puso los ojos en blanco y Pablo parecía confundido.
—¡Espabila, Manuela, que tenemos examen!—Era Machu que apareció sonriendo, pero no se detuvo y entró directo al salón.
—¿Hablaste con ella?—Preguntó Regina.
—Sí, de hecho, me ha dicho que le alegra verme feliz.—Contestó Manuela separándose de Regina.—Pero no mencionó ni una sola cosa sobre el conflicto que tenéis...
—Ya mejor hay que metemos, mientras más rápido pase el examen, mejor.—Dijo Pablo encaminándose hacia la entrada del salón.
Para Regina este examen no era tan complicado como el de Matemáticas, no es que fuera la mejor, pero había puesto suficiente atención a las clases y a lo que había estudiado con Manuela, así que no se demoró tanto. Para su sorpresa, había terminado de contestar antes que Manuela, pero ésta sólo le sonrió y le guiñó un ojo. Entonces Regina entregó su examen y salió del salón a esperarla. Miró su celular por mero instinto, no tenía notificaciones y lo único que podía ver como tal era la hora, pero se sobresaltó al escuchar que la puerta del salón se abrió. Era Pablo, que al verla enseguida se acercó a ella.
—No estaba tan difícil como pensé, creo... ¿Qué tal que contesté todo mal y por eso se me hizo fácil?—Preguntó Pablo con preocupación.
—No digas eso. No. Piensa positivo... Ay, no... Ahora también estoy dudando, no es normal que hayamos acabado antes que Manuela, ¿y Romi?, ¿viste si seguía adentro?
—No, estoy seguro de que ella fue la primera en irse. Ya no hay que pensar en eso, por fa.—Dijo Pablo recargándose en la pared.
Regina se recargó a un lado de él y se quedaron en silencio. Intentado no pensar en nada más que en el hecho de que estaban ahí.
—¿Cómo es?—Preguntó Pablo.
—¿Cómo es qué?
—Poder besar a tu novia donde sea sin tener miedo, ¿cómo es?
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No contar nuestra historía sería una cobardía.
FanficLes traigo hasta ustedes un ejercicio de escritura que me estuvo quitando el sueño. Es la historia de Manuela y Regina (Megina) como creo que debió de haber sido tratada. Esta reescritura es contada desde el punto de vista de Regina, un personaje qu...